Ofensiva de los editores espa?oles para penetrar en el mercado de Estados Unidos
Termina en Nueva York una convenci¨®n anual de bibliotecarios
Quince mil bibliotecarios y libreros de Estados Unidos asistieron la semana pasada en Nueva York a la convenci¨®n anual de la Asociaci¨®n de Bibliotecarios Estadounidenses (ALA), en la que se produjeron casi 2.000 conferencias, mesas redondas y discusiones, junto a una exhibici¨®n de libros montada por 1.000 expositores. El libro en espa?ol estuvo representado por delegaciones de Espa?a, Argentina , M¨¦xico. Existe en la actualidad una fuerte ofensiva de los editores espa?oles para penetrar en el mercado hispanohablante de EE UU. Una tarea de hormigas en un mundo de elefantes. Por eso "hacemos gesti¨®n de guerrilla", dice Sam Laredo, director de Santillana Publishing Company, una empresa filial de la espa?ola, instalada en EE UU hace 16 a?os. "Somos peque?os dentro de la gran marea comercial de este pa¨ªs. S¨®lo tenernos un vendedor para todo el Estado de Tejas, que es tan grande como Espa?a", a?ade.
Laredo se muestra entusiasmado con su labor. Santillana no es una importadora, como las otras empresas que venden libros espa?oles, sino una editorial que produce sus propios libros en Estados Unidos, adaptados al espa?ol que se habla en el pa¨ªs y a las necesidades espec¨ªficas de los lectores. La clave de las posibilidades para las editoriales que publican textos de ense?anza reside en la ley de Educaci¨®n Biling¨¹e. Con las modificaciones impuestas por el Gobierno de Ronald Reagan, los planes de educaci¨®n en espa?ol se acabaron, pero no as¨ª la garant¨ªa constitucional que otorga igualdad de derechos para la educaci¨®n a todos los ni?os del pa¨ªs.
Gracias a este derecho a la igualdad se ense?a en espa?ol a los ni?os que no saben ingl¨¦s, pero s¨®lo como una transici¨®n hasta que aprenden este idioma. Estados Unidos permite as¨ª el acceso del idioma espa?ol a las aulas. "El desaf¨ªo consiste en saber defender y sostener el idioma espa?ol, cuando ya los ni?os aprendieron ingl¨¦s y salen de la escuela b¨¢sica", dice Laredo.
Posibilidades
En la exhibici¨®n colectiva de Espa?a, montada por la Federaci¨®n de Gremios de Editores con una eficiencia que ha sido muy apreciada, el director delegado de Alianza Editorial, Diego Hidalgo, comenta: "Estamos subutilizando nuestras posibilidades en Estados Unidos". Mientras Alianza en Espa?a tiene una cuota del 2% del mercado nacional, en Estado Unidos s¨®lo participa en el 0,2% del sector. "Los editores espa?oles no podemos aspirar a meternos en serio en este mercado sin ayuda de nuestro Gobierno y sin unirnos para enfrentar los altos costes de infraestructura".El estudio de mercado de Hidalgo le permite pensar en medio mill¨®n de graduados universitarios que dominan el espa?ol, a los que Alianza y otras editoriales similares pueden llegar sin mucha dificultad, con un producto realizado en Espa?a y no adaptado. Pero, si se baja de nivel educativo -de los posgraduados a la ense?anza media-, existen tres millones de compradores potenciales que s¨ª necesitan ediciones adaptadas.
Otro pabell¨®n fue el de Publiexport, que re¨²ne a 250 editoriales e imprentas medianas y peque?as. Actualmente, este grupo de empresas representa el 24% del total de la exportaci¨®n de libros de Espa?a. En 1985 facturaron 80 millones de d¨®lares. Tambi¨¦n est¨¢n presentes en Nueva York otras editoriales: Anaya, Planeta, Vicens Vives, Alfaguara, Taurus, Altea, D¨ªas de Santos, Lumberg, Carroggio y dos organizaciones que ofrecen a los bibliotecarios cualquier libro espa?ol, como Puvil y Spanish Book Center, de Barcelona.
En la convenci¨®n de los bibliotecarios de Estados Unidos, la presencia espa?ola es numerosa, y los resultados son positivos. Siegfried Blume Junior, a cargo de Spanish Book Center, recibi¨® en el primer d¨ªa de trabajo 50 nuevas solicitudes de servicio. Se trata de algunos distribuidores y muchos bibliotecarios que optan por tener un ¨²nico distribuidor para todos los libros espa?oles. Lo ¨²nico que hay que garantizarles es buen servicio e informaci¨®n oportuna. Los principales ventas son de libros infantiles y de cl¨¢sicos de literatura espa?ola.
Miguel ?ngel Gimeno S¨¢nchez, director comercial del grupo que forman Alfaguara, Taurus y Altea, junto con Aguilar, se?ala tres grupos diferentes de compradores: "Primero, los que adquieren libros para el trabajo preescolar y el primer nivel de ense?anza, es decir, ni?os de hasta 10 a?os, que es la edad en que se recibe mayor ayuda para la ense?anza biling¨¹e".
El segundo grupo corresponde a los lectores de buena literatura universal, un grupo mucho m¨¢s reducido pero de buena capacidad adquisitiva. Son los lectores de Cort¨¢zar, Garc¨ªa M¨¢rquez, Yourcenar o Isak Dinesen.
En cuanto a los escritores espa?oles actuales, los m¨¢s le¨ªdos en Estados Unidos", comenta Gimeno, "son Jos¨¦ Luis Sampedro y Juan Benet, que tienen un p¨²blico que los sigue de obra en obra. El tercer grupo es el de nivel universitario: hispanistas posgraduados.
No hay duda de que el mercado hispanohablante de Estados Unidos no es una fantas¨ªa de los gerentes de ventas. Es algo magn¨ªfico y poderoso, pero que requiere un trabajo inteligente, imaginativo, muy costoso y de resultados no inmediatos.
La labor que realiza la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a muestra la decisi¨®n de cruzar el Atl¨¢ntico, como hace cinco siglos, pero hacia el norte de Am¨¦rica.
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