Guerra civil en Nicaragua

THE WASHINGTON POSTLa guerra civil de Nicaragua ha entrado en una nueva fase en la cual el poder de decisi¨®n est¨¢ en mano de partidarios de la l¨ªnea dura. Sin duda, los dirigentes sandinistas han buscado un pretexto para reducir las constantes presiones de pluralismo en Nicaragua. La votaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes de EE UU para la concesi¨®n de la ayuda militar a la contra nicarag¨¹ense ha servido como pretexto, mostrado en colores patri¨®ticos. La reacci¨®n de Managua, predecible, el cierre de La Prensa, -¨²nica voz independiente no silenciada hasta el momento- y las expulsiones del director de la emisora de radio de la Iglesia Cat¨®lica y, este fin de semana, de un obispo.Estos actos represivos de los sandinistas han sido condenados por el Papa y muchos otros. Los sandinistas pueden todav¨ªa hacer una llamada a los sentimientos nacionalistas de muchos nicarag¨¹enses que de otro modo mostrar¨ªan reservas hacia el r¨¦gimen. ?ste ha sido siempre el riesgo que se corre por el apoyo prestado por Estados Unidos a la contra. (...)

Estados Unidos no inici¨® la guerra civil en Nicaragua, pero juega una parte importante en uni¨®n de las otras democracias del hemisferio en su actual esfuerzo de enfriar el conflicto y canalizarlo hacia soluciones pol¨ªticos.

, 8 de julio