R¨¦plica a "Despu¨¦s de Chernobil"
En su art¨ªculo Despu¨¦s de Chernobil (EL PA?S del 4 de julio de 1986) Jes¨²s Moster¨ªn desarrollaba una serie de lamentaciones a prop¨®sito de la incapacidad de las fuentes energ¨¦ticas actuales para cubrir las necesidades crecientes de nuestra sociedad, afirmando que "ni los ecologistas ni nadie" tienen la soluci¨®n al problema.En mi opini¨®n, los ¨¢rboles le impiden ver el bosque. Naturalmente que no hay modo de abastecer energ¨¦ticamente el crecimiento econ¨®mico exponencial; pero es que tampoco es posible desde el punto de vista de las materias primas, y ni siquiera del agua, el aire o el espacio f¨ªsico. Deber¨ªa haber se preguntado en primer lugar el porqu¨¦ de esta necesidad insaciable. Por qu¨¦ un norteamericano gasta al cabo del d¨ªa 100 veces m¨¢s energ¨ªa que un habitante -no pobre- de algunos pa¨ªses subdesarrollados.
La cuarta parte de la humanidad desarrollada gasta un tercio de esta energ¨ªa en transporte -b¨¢sicamente, veh¨ªculos privados-, un 50% en industria -en su mayor parte, objetos sin valor, moda, en vases, autodestrucci¨®n preplaneada y armas- y un 20% final de consumo urbano, donde, entre otros, la mutiplicaci¨®n infinita de electrodom¨¦sticos nos asombran con las m¨¢s pintorescas utilidades. En esta zona del planeta, un ser de 70 kilos necesita para desplazarse poner en movimiento casi una to-
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nelada de material de elaboraci¨®n tremendamente compleja y costosa en energ¨ªa; para vestirse se ve forzado a poner en juego cantidades ingentes de material, trabajo y energ¨ªa.
Es el flujo acelerado de productos, el crecimiento econ¨®mico exponencial el que es incompatible con la l¨®gica de un planeta forzosamente limitado, y con el disfrute del mismo por parte de un sector de la humanidad, que, al tiempo que alcanza las mayores cotas tecnol¨®gicas, se muestra incpaz de aprovechar nada de esto, pues sigue encadenada a las 40 horas semanales de trabajo o, lo que es peor, al paro.
Es, pues, contra. este tipo de producci¨®n que ha perdido del todo el rumbo en lo concerniente a valorar el bienestar humano", y no s¨®lo contra las energ¨ªas renovables, que nos manifestamos los ecologistas, se?or Moster¨ªn.-Miembro de Los Verdes.
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