N¨²meros
El baloncesto actual es uno de los deportes que mejor se acopla a una evaluaci¨®n num¨¦rica de la mayor¨ªa de sus facetas. En un mundo en el que el problema de crear una m¨¢quina inteligente ya no se toma como algo imposible, el baloncesto parece plenamente acomodado a estas exigencias modernas. Las famosas estad¨ªsticas tienden a encerrar en casilleros todo lo que ha ocurrido a lo largo de un encuentro.Hasta hace unos a?os, la estad¨ªstica de un partido se limitaba casi exclusivamente a los puntos conseguidos por cada jugador y s¨®lo los m¨¢s modernos se fijaban en los rebotes. Como en casi todo, con unos a?os de retraso, llegaron las influencias americanas y ya no eran s¨®lo los puntos lo que importaba, sino desentra?ar la forma como se consiguen. Se empezaron a utilizar t¨¦rminos raros hasta entonces, como porcentajes, violaciones, asistencias o posesiones, t¨¦rminos plenamente aceptados hoy en d¨ªa por cualquier aficionado.
Al igual que ocurre con muchos conceptos nuevos, se suele caer en el error de pasar de su nula utilizaci¨®n a una proliferaci¨®n exhaustiva. As¨ª, el t¨¦rmino selecci¨®n de tiros, introducido por el seleccionador nacional en el juego del equipo espa?ol hace ya alg¨²n tiempo, corre actualmente en boca de todos, especialistas y advenedizos. Nos encontramos en plena euforia de la estad¨ªstica. Todo es explicable y justificable con los n¨²meros. Todo el mundo puede discutir con ellos en la mano.
Dentro del gremio de los entrenadores, la estad¨ªstica es utilizada de formas muy diversas: desde el que apunta hasta las veces que respira cada jugador hasta el que las mira de reojo al final del partido como un mero instrumento de apoyo, pero sin consagrarlas como algo definitivo.
La lectura de unos fr¨ªos n¨²meros se presta a muchas interpretaciones. Un deficiente porcentaje de tiro puede ser justificado como un mal d¨ªa de los tiradores o como resultado de una buena defensa del equipo contrario. Por lo tanto, no se puede tomar la estad¨ªstica como algo absoluto, sino m¨¢s bien como ayuda objetiva para el an¨¢lisis de actuaciones tanto individuales como de conjunto.
La estad¨ªstica, adem¨¢s, no abarca ciertos matices que tienen su importancia. Una canasta en los primeros instantes de un partido no debe tener el mismo peso que la conseguida en los momentos decisivos del mismo. La defensa no tiene reflejo en la evaluaci¨®n num¨¦rica -por lo menos, para la mayor¨ªa- y nadie pone en duda su importancia, por no decir la intimidaci¨®n, tanto f¨ªsica como psicol¨®gica, que producen ciertos jugadores. Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de los juicios de valor.
Con el tiempo, el boom ir¨¢ decreciendo y este mareo de cifras y porcentajes disminuir¨¢. Un papel jam¨¢s podr¨¢ resumir lo que es un partido de baloncesto. Los ojos y la mente todav¨ªa importan.
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