Ciudadanos de Martos
Como ciudadanos de Martos, y ante los vand¨¢licos incidentes ocurridos el d¨ªa 13, nos sentimos obligados a manifestar nuestro m¨¢s radical rechazo a los mismos.No s¨®lo se trata de que se haya quemado la pr¨¢ctica totalidad de los hogares de estas familias gitanas -como si fuera a¨²n el Medievo y se tratara de alguna persecuci¨®n contra jud¨ªos o moriscos-, sino de rechazar tambi¨¦n ese sentimiento generalizado en gran parte de la poblaci¨®n que se muestra conforme con la expulsi¨®n de la localidad de estas familias, en una t¨¢cita actitud racista. Es manifiesta, por otro lado, la "mala conciencia" creada por la quema de las casas, pero no el problema de fondo: ?hasta qu¨¦ punto las autoridades correspondientes han fomentado una verdadera conciencia democr¨¢tica entre los ciudadanos y han favorecido la participaci¨®n en la misma sin ning¨²n tipo de trabas o reparos? ?En qu¨¦ medida han hecho efectivo que el ejercicio de la democracia comienza con el respeto a las diferencias o con la ayuda hacia los m¨¢s necesitados, entre tantas y tantas cosas? No dudamos que ciertos aspectos democr¨¢ticos hayan calado en la sociedad, pero surgen los primeros reparos al funcionamiento del sistema democr¨¢tico cuando se aplica a algo o a alguien a quien no alcanzamos a entender o comprender (a veces a quien ni siquiera escuchamos) o que se sale del esquema social o ideol¨®gico que se impone.
Arguyen los vecinos protagonistas del incidente, como justificaci¨®n de su acci¨®n, que son ellos mismos los que sufren en su carne las consecuencias directas de la convivencia con una comunidad conflictiva como la gitana, casi por definici¨®n: delincuencia, paro, droga; que la inseguridad en el barrio la pagan ellos, y que ya pagan bastante en compartir con los gitanos muchos de sus problemas: l¨¦ase el elevado ¨ªndice de paro o la baja calidad de vida, fundamentalmente.
Pero con todo habr¨ªa que preguntar a esas autoridades a las que los protagonistas de los incidentes inculpan de favorecer excesivamente a los gitanos si realmente han profundiado, como objetivo primordial, en la convivencia ciudadana democr¨¢tica, no s¨®lo en ese barrio, o en este pueblo, sino tambi¨¦n en este pa¨ªs. ?Realmente se nos ha ense?ado a respetar las diferencias y saber convivir con ellas?, o, por el contrario, ?simplemente se ha aspirado a una marginaci¨®n semihonrosa, si es que la marginaci¨®n puede llegar a ser honrosa, que s¨®lo conduce a un aplazamiento del problema, que espere una nueva situaci¨®n conflictiva para que aparezca un nuevo brote de racismo que cada vez que la situaci¨®n social y econ¨®mica entre payos y gitanos sea cr¨ªtica, y de nuevo un peque?o inci-
Pasa a la p¨¢gina 12
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.