La oposici¨®n democr¨¢tica

Entre los factores m¨¢s positivos a la hora de conseguir la meta propuesta, un sistema democr¨¢tico, el articulista se?ala el de' la uni¨®n de los partidos que se oponen al Partido Colorado oficial. El Partido Revolucionario Febrerista, el Partido Radical Aut¨¦ntico, el Movimiento Popular Colorado -escisi¨®n del partido oficial- y el Partido Dem¨®crata Cristiano firmaron en agosto de 1984 un acuerdo nacional que centra su acci¨®n en una serie de objetivos pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos y propone la profesionalizaci¨®n de las fuerzas armadas y la integraci¨®n plena de Paraguay en la comunidad internacional.

Los partidos pol¨ªticos que se oponen al Partido Colorado oficial inician la consolidaci¨®n de un movimiento unitario que presente una alternativa a la actual situaci¨®n pol¨ªtica. La desuni¨®n y las acusaciones mutuas entre partidos ven¨ªan siendo uno de los principales sostenes de la dictadura.Hace unos a?os, la dial¨¦ctica de los partidos en la oposici¨®n al r¨¦gimen estaba cargada de reivindicaciones hist¨®ricas con discutible visi¨®n del presente y ausencia total de horizontes y soluciones para el futuro. La situaci¨®n ha evolucionado, y hoy cuatro partidos se agrupan en tomo a un acuerdo nacional culminado en agosto de 1984 bajo el lema La unidad nos har¨¢ libres. El Partido Revolucionario Febrerista, integrado en la ¨®rbita de la Internacional Socialista; el Partido Radical Aut¨¦ntico, cuyo l¨ªder, Domingo Laino, ha sido duramente golpeado al intentar entrar pac¨ªficamente en su pa¨ªs; el Movimiento Popular Colorado, escisi¨®n que desata la ira del coloradismo oficial, y el Partido Dem¨®crata Cristiano, ofrecen al pueblo paraguayo el com¨²n prop¨®sito de instaurar un r¨¦gimen que asegure la vigencia de los derechos humanos, el bienestar general y las libertades y garant¨ªas inherentes al sistema republicano democr¨¢tico. El Acuerdo Nacional propone, entre otros puntos, la profesionalizaci¨®n de las fuerzas armadas y la integraci¨®n plena de Paraguay en la comunidad internacional.

Las fuerzas armadas

Una de las claves en toda operaci¨®n de tr¨¢nsito a la democracia es la actitud de las fuerzas armadas. En esos momentos, la profesionalidad y neutralidad es un factor decisivo para procurar el cambio con un m¨ªnimo de contratiempos. Parad¨®jicamente, la tradici¨®n partidista de los componentes de las fuerzas armadas paraguayas (para pertenecer a cualquiera de las escalas de mando es necesario estar afiliado al Partido Colorado) puede facilitar las cosas si la decisi¨®n pol¨ªtica se toma en la c¨²pula del Partido Colorado o se impone por la presi¨®n pol¨ªtica y social.

El estatuto del personal militar permite a los miembros de las fuerzas armadas participar en toda clase de actividades en la vida civil. Los militares pueden ser comerciantes, industriales, profesionales, banqueros, aseguradores y un largo etc¨¦tera, pero siempre con la autorizaci¨®n del comandante en jefe, es decir, el general Stroessner. El c¨²mulo de intereses que se han creado al margen de su funci¨®n profesional les hace ser especialmente sensibles a las presiones o sugerencias de los sectores pol¨ªticos o financieros.

El panorama que ofrece la libertad de expresi¨®n tiene caracter¨ªsticas peculiares e in¨¦ditas si las comparamos con los momentos previos e inmediatamente subsiguientes al inicio de nuestra transici¨®n. Las cr¨ªticas que pueden leerse en los diarios, la presencia de figuras de la oposici¨®n y la inserci¨®n de informaciones de agencias extranjeras pudieran desconcertar a primera vista sobre la verdadera dimensi¨®n de la libertad de prensa en Paraguay. La reacci¨®n de la dictadura es en este campo mucho m¨¢s sutil y meditada que cuando act¨²a sobre otras libertades c¨ªvicas. La pol¨ªtica oficial se centra prioritariamente en el dominio absoluto y sin concesiones de las dos cadenas de televisi¨®n.

Cuando un diario se al¨ªnea con las posiciones que propugnan el fin de la dictadura puede ser tolerado siempre que su difusi¨®n no alcance cotas peligrosas para el r¨¦gimen. El caso de Abc Color es ilustrativo. Las dificultades comenzaron a partir del momento en que sus tiradas superaron - la cota de los 50.000 ejemplares. En este punto, el nerviosismo de las esferas oficiales se manifest¨® en forma de advertencias expl¨ªcitas o de su gerencias veladas y en privado a los responsables del medio. Cuando la tirada de Abc Color lleg¨® a los 90.000 ejemplares los fines de semana, la reacci¨®n del Ejecutivo no se hizo esperar. El d¨ªa 22 de marzo de 1984, una resoluci¨®n del ministro del Interior decide suspender por tiempo indeterminado la impresi¨®n y distribuci¨®n del diario. Merece la pena reproducir los argumentos, centrales del ucase gubernamental: "Haber puesto en peligro la paz de la Rep¨²blica y la estabilidad de las instituciones con la pr¨¦dica diaria de opiniones de corte sedicioso, ya sea en sus editoriales o sirviendo de vocero permanente de grupos pol¨ªticos irregulares, desprovistos de sustentos jur¨ªdicos e institucionales, promoviendo as¨ª un estado de confusi¨®n, de intranquilidad en la opini¨®n p¨²blica y creando la alarma social".

Los l¨ªmites de la cr¨ªtica

Al desaparecer de la circulaci¨®n Abc Color, los diarios en manos de sectores econ¨®micos y pol¨ªticos ligados a los intereses del r¨¦gimen vieron la oportunidad de aumentar su tonalidad cr¨ªtica para atraer a la masa de lectores que demanda mayores cotas de libertad informativa. Los editoriales propugnan abiertamente soluciones pol¨ªticas transformadoras.

Las cr¨ªticas directas al general-presidente no est¨¢n todav¨ªa en la mente o en la estrategia de los responsables de los dos peri¨®dicos actualmente con mayor circulaci¨®n, El Diario y Hoy. Durante mi estancia -el d¨ªa 14 de mayo-, el matutino Hoy publicaba un directo ataque al general Stroessner, acus¨¢ndole de nepotismo. Manifest¨¦ mi sorpresa por su tono y contenido, y todos mis interlocutores coincid¨ªan en explicar tal licencia como un especial privilegio del director del medio, exyerno del general Stroessner y padre de su nieto predilecto, Alfredo, que aparece con frecuencia en los actos p¨²blicos al lado del dictador.

El vac¨ªo dejado por Abc Color y la demanda social de una informaci¨®n m¨¢s abierta y pluralista que contribuya con sus cr¨ªticas a forzar el cambio de r¨¦gimen ha relanzado la tirada del semanario El Pueblo, ¨®rgano oficial del Partido Revolucionario Febrerista. Comentando con su redactor jefe los factores que han determinado la multiplicaci¨®n de las ventas coincid¨ªamos en apreciar que el Gobierno no permanecer¨¢ impasible ante el ascenso irresistible de un medio de la oposici¨®n integrada en al Acuerdo Nacional. Si la escalada contin¨²a y se llega a la cota cr¨ªtica (40.000 ejemplares), la reacci¨®n del Ejecutivo no se har¨¢ esperar, y nos encontraremos ante un nuevo caso de cierre por decisi¨®n imperativa del ministro del Interior.

Pirater¨ªa radiof¨®nica

Un caso original de persecuci¨®n informativa es el de Radio ?anduti. La participaci¨®n abierta de todos los sectores pol¨ªticos y sociales ante sus micr¨®fonos ha suscitado una seria preocupaci¨®n en' las esferas oficiales, incrementada por los ¨²ltimos acontecimientos. El director, Humberto Rab¨ªn, ha ideado un. ingenioso estilo rediof¨®nico para hacer frente a las descaradas interferencias que sufren sus emisiones sin que las autoridades paraguayas sean capaces de descubrirlas con sus servicios t¨¦cnicos de telecomunicaci¨®n. Parece como si los piratas de las ondas se hubiesen transmutado en corsarios amparados por el pabell¨®n nacional.

Cualquier informaci¨®n de matiz pol¨ªtico que roce la actualidad paraguaya es interferida por diversos procedimientos. Ultimamente la emisi¨®n se apaga, y s¨®lo reaparece cuando se da paso a la publicidad comercial. El cerco policial a los locales de la emisora impidi¨® una manifestaci¨®n de apoyo el pasado 20 de mayo. La solidaridad de todos los sectores pol¨ªticos y sociales fue. amplia.

En contrapunto, los diarios oficiales reiteran monocordemente esl¨®ganes sacados del t¨²nel del tiempo. Los opositores s¨®lo merecen, en la literatura oficial, el desd¨¦n encendido, de los que se consideran la encarnaci¨®n viva y exclusiva de la naci¨®n paraguaya. Fuera del coloradismo oficial s¨®lo hay sujetos antipatria. Un p¨¢rrafo de un comunicado del Partido Colorado hecho p¨²blico el d¨ªa 19 de mayo, a ra¨ªz de los ¨²ltimos acontecimientos, repudia "la conducta de ciertos desertores que se han pasado a la vereda de enfrente para estigma vergonzoso de sus vidas, abandonando el itinerario de la Rep¨²blica, con la conducci¨®n serena y eficaz de nuestro ¨²nico l¨ªder, el general Adolfo Stroessner".

A pesar de estos juegos de artificio, el cambio pol¨ªtico se avecina. La calidad ¨¦tica de los ciudadanos que luchan por la democracia y demuestran su valor c¨ªvico al exponer p¨²blicamente sus convicciones merecen la solidaridad de todos los ciudadanos libres y la atenci¨®n de las instituciones internacionales antes de que la tensi¨®n se acumule y se produzcan situaciones de violencia que nadie pueda controlar.