Se?or¨ªas
Ya tenemos Parlamento nuevo, parcialmente renovado en sus efectivos individuales y con hist¨®ricas mellas como la de Santiago Carrillo, llamado por la historia a m¨¢s altos empe?os, como reunificar lo desunificado, tal vez desde el error de tratar de conseguirlo mediante el agua de caraba?a y no vali¨¦ndose de los adecuados pegamentos.Pero la historia tiene unas mand¨ªbulas implacables y se relame cada vez que se traga un bocado exquisito. Que lo sepan esos novicios de la Diputaci¨®n que por primera vez se sientan en un esca?o a la espera de migajas de vanidad, tostones de suicid¨ªo, la alargada sombra de Tejero y, de pronto, cuando menos se lo esperen, una tormenta interior o exterior que les expulse del esca?o y les devuelva a su living-room televidente, sin poder contar otra batalla que haber pulsado siempre correctamente el bot¨®n oportuno del s¨ª o el no.
Esta vez la mayor parte de sus se?or¨ªas no ha prometido nada, pero es que absolutamente nada, a su clientela, y por tanto no se ver¨¢n obligados a traicionar confianzas. No es que no se conf¨ªe en ellos, pero a ciencia cierta casi nadie sabe por qu¨¦ ni para qu¨¦. Sus inmediatos antepasados hicieron de su capa electoral un sayo y los elegidos para decir no dijeron s¨ª, y los convocados para decir s¨ª enmudecieron. En cambio, ellos no tendr¨¢n servidumbres que ¨ªncumplir ni demasiadas grandezas que agrandar. Casi todos los papeles fundamentales ya est¨¢n repartidos, y hay quien pasar¨¢ por estas Cortes sin decir ni mu, lo que no est¨¢ mal, porque es regla de oro callar cuando no se puede mejorar el silencio.
Y como ¨²ltimo aviso, dirigido especialmente a los diputados de provincias, por vez primera ciudadanos estables de una gran capital, que no escuchen los cantos de sirena de la tapa a deshoras y la chapa a destiempo. Que en las UVI morales de Espa?a hay ex diputados que perdieron en Madrid toda clase de saludos y volvieron al hogar con la se?or¨ªa entre las piernas. Paciencia y humildad, moderaci¨®n y pescado a la plancha. Al fin y al cabo, lo importante es participar.
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