Un testigo contradice la versi¨®n de los polic¨ªas que interrogaron a 'El Nani'
Juan S¨¢nchez G¨®mez, empleado de la joyer¨ªa Peymar, de Madrid, ha contradicho, en sus declaraciones judiciales, las manifestaciones de los polic¨ªas que interrogaron a Santiago Corella, alias el Nani, desaparecido tras su paso, el 12 de noviembre de 1983, por las dependencias policiales de la Puerta del Sol, de Madrid, seg¨²n se desprende del sumario 18185, que instruye el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Madrid. S¨¢nchez G¨®mez y los polic¨ªas difieren sobre la hora en que El Nani se encontraba en la Direcci¨®n de la Seguridad del Estado.
Juan S¨¢nchez G¨®mez, empleado de la joyer¨ªa que fue atracada el 2 de noviembre, golpe del que fue acusado El Nani, dijo que particip¨® en una rueda de reconocimiento el mismo d¨ªa, a requerimiento de la polic¨ªa. S¨¢nchez G¨®mez se encontraba en la joyer¨ªa el d¨ªa que fue atracada y asegura que vio a Santiago Corella, entre las 14.30 y las 15.15, en las dependencias policiales de la Puerta del Sol y declar¨® ante el juez que instruye el caso, Andr¨¦s Mart¨ªnez Arrieta, que estaba seguro de la hora porque recordaba que hab¨ªa comido poco antes.Sin embargo, las declaraciones de los polic¨ªas que interrogaron a El Nani se?alan que el reconocimiento se hizo a las 22.30. La diferencia de 10 horas es considerada por el abogado de la familia de El Nani, Jos¨¦ Antonio Sanz Grasa, como "fundamental", ya que considera que "Santiago Corella muri¨® sobre las nueve de la noche".
Amenazas a la hermana
Antes de esta ¨²ltima hora, las tres hermanas de El Nani -Lourdes, Consuelo y Concepci¨®n- y su mujer -Soledad Montero-, que se encontraban detenidas en las mismas dependencias y a escasos metros del despacho donde era interrogado Santiago Corella, aseguran que oyeron gritar a ¨¦ste. En ese despacho se encontraban, junto a otros polic¨ªas, el comisario Francisco Javier Fern¨¢ndez ?lvarez y los inspectores Victoriano Guti¨¦rrez Lobo y Francisco Aguilar Gonz¨¢lez. Los tres se encuentran en la prisi¨®n de Logro?o por su presunta implicaci¨®n en la desaparici¨®n de Santiago Corella.Tras los gritos de El Nani, sus familiares aseguran en sus declaraciones judiciales que oyeron c¨®mo se aumentaba el volumen de una radio en el interior de la habitaci¨®n en la que estaba Santiago.
Las hermanas y la mujer de Corella, con visibles muestras de nerviosismo, empezaron a gritar. Uno de los polic¨ªas que practicaba el interrogatorio a El Nani sali¨® del despacho y amenaz¨® a Concepci¨®n Corella, seg¨²n ¨¦sta, con golpearla si no se callaba. Incluso una mujer polic¨ªa insisti¨® en que lo mejor era dar a Concepci¨®n una ducha de agua fr¨ªa para serenarla.
A las nueve de la noche, las tres hermanas y la mujer de Corella fueron llevadas a unos servicios. Ellas escucharon, seg¨²n sus declaraciones judiciales, el paso de muchas personas y el chirriar de las ruedas de una camilla.
Estas declaraciones concuerdan con las realizadas por ?ngel Manzano, socio y amigo de Santiago, quien sufri¨® ese mismo d¨ªa, y a escasos metros de donde estaba El Nani, otro interrogatorio. Manzano asegura que sobre esa hora dejaron de golpearle y que se qued¨® solo en la habitaci¨®n en la que estaba detenido. El defensor de la familia de El Nani considera que en aquel momento se llevaron el cad¨¢ver de Santiago Corella.
Sin embargo, la versi¨®n de la polic¨ªa se?ala que Corella, a las 12 de la noche, abandon¨® por su propio pie las dependencias policiales, acompa?ado del comisario Fern¨¢ndez y los inspectores Guti¨¦rrez y Aguilar. Los cuatro se dirigieron, en un autom¨®vil policial, a Vic¨¢lvaro en busca de unas armas. Esta versi¨®n asegura que El Nani, pese a estar esposado, se escap¨® en el n¨²mero 101 de la carretera de Vic¨¢lvaro, no sabiendo m¨¢s de ¨¦l.
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