Decepci¨®n

Este 18 de julio me dije: veamos lo que dice la Prensa nacional; cada peri¨®dico enfocar¨¢ a su manera el 50 aniversario de la guerra civil, y de entre todos sacaremos el editorial perfecto para esta efem¨¦rides, al modo de la mujer ideal que fabric¨® en prosa magistral W. Fern¨¢ndez Fl¨®rez. ?s¨ª que he le¨ªdo todos los peri¨®dicos nacionales del d¨ªa.Y he quedado decepcionado. Hay p¨¢rrafos que parecen escritos en la primavera de 1939, bajo la rabia de la derrota, y no salidos del sosiego hist¨®rico de nada menos que 50 a?os despu¨¦s. Porque no responde a la verdad hist¨®rica ese reconocimiento de las minor¨ªas de la II Rep¨²blica, cuando todo el mundo sabe -menos el editorialista de EL PA?S- que, por poner un ejemplo, los cat¨®licos no eran minor¨ªa, sino mayor¨ªa, y fueron despreciados en todos sus derechos ciudadanos y perseguidos, no ya durante la guerra, sino desde los albores de aquel r¨¦gimen que el pueblo espa?ol recibi¨® ilusionado.

EL PA?S parece que no quiere practicar la concordia, la paz para todos, y sigue, como en la posguerra, dividi¨¦ndose en buenos y ma los, seg¨²n el rasero, la tijera, la medida de ustedes, y as¨ª llama "banda de iluminados y f¨¢n¨¢ticos" a los que pretendieron rectificar tantos errores acumulados en 1931-1936, con aciertos y desaciertos (que los cuente la historia, pero no EL PA?S, que ya lo vemos, desgraciadamente, incapacitado para ello). Y hablan de "contra la voluntad de un pueblo", pero omiten que la revoluci¨®n de 1934, de signo contrario, tambi¨¦n fue contra las urnas. Lo anunciaron unos y otros: no respetar¨ªan el veredicto de las urnas de 1936 y cambiaron el diccionario pol¨ªtico, borrando adversarios y consagrando enemigo. ?A qui¨¦n iba a extra?ar que desemboc¨¢ramos en aquella guerra civil? No justifico nada; s¨®lo intento explicarme.-