Una nube cubre Espa?a

Muerte de un ciclista sigue siendo, a 31 a?os vista, uno de los t¨ªtulos m¨¢s significativos del cine espa?ol de todos los tiempos. Lo es, primero, sencillamente por ser una buena pel¨ªcula, acaso una excelente pel¨ªcula; pero tambi¨¦n por dar una visi¨®n acerada y de m¨¦rito de la Espa?a de su momento, por la que parece planear una nube negra y amenazante, apesadumbradora, que ni se aparta de su cielo ni descarga la tormenta: s¨®lo asusta.Son a?os grises y tristes que el blanco y negro del filme subraya espl¨¦ndidamente: Muerte de un ciclista es un Filme gris y triste que hoy quiz¨¢ adquiera color en nuestro prisma por la distancia de tiempo y sus alcances: no est¨¢ ahora el pa¨ªs como quisiera, pero por lo menos no hay ya nubes negras por techo y cuando aparecen lo hacen, a lluvia descubierta.

Se conoce bastante bien de qu¨¦ va la pel¨ªcula: una pareja de ad¨²lteros regresa de practicar sus cuitas por la carretera cuando un ciclista se les interpone en el camino, lo atropellan y bajo presi¨®n de ella, mujer de buena, magn¨ªfica posici¨®n social, lo dejan morir en la cuneta. La polic¨ªa investiga el misterio. La pareja siente miedo, padece remordimiento, sufre. Y un tercero en discordia, conocido por todos, anda incordiando a los protagonistas con visible conocimiento de los hechos acaecidos.

?ste es un melodrama fuerte que no puede tener otra tez que la de la tragedia; empieza con una tragedia, la siguen otras tragedias y termina la tragedia en tragedia.

Juan Antonio Bardem, en su tercera- pel¨ªcula en solitario (Muerte de un ciclista est¨¢ realizada entre Felices Pascuas y Calle Mayor), aprovecha esta tragedia casi griega (y por tanto con valor de f¨¢bula: todo adulterio est¨¢ castigado; ¨¦sa podr¨ªa ser la lectura de una moraleja obligada) para certificar la realidad social del pa¨ªs.

As¨ª, todos los personajes de Muerte de un ciclista o son absolutamente desagradables o no son nada agradables, con excepci¨®n -y ah¨ª est¨¢ el dedo izquierdo de Bardem se?alando puntero y burlando no se sabe c¨®mo la censura- de los estudiantes, por los que el autor parece apostar el futuro de Espa?a (y para las escenas de las revueltas estudiantiles se necesitaba en 1955 mucho coraje, la verdad es que mucho).

Absortos en su cruel provincianismo, los personajes del filme dan fe de esa nube negra que pende de sus cabezas y que ellos ayudan con sus ego¨ªsmos a ennegrecer.

Alberto Closas, atormentado, da un excelente tipo, y Luc¨ªa Bos¨¦, refinada, adem¨¢s de estar bell¨ªsima, act¨²a bien. Pero de un reparto homog¨¦neo y brillante la palma se la lleva Carlos Casaravilla, de crueles modales, memorable lascivia, el mejor ser abyecto que ha dado el cine espa?ol.

Esta pel¨ªcula de Bardem entronca tambi¨¦n con la primera parte del espacio La noche del cine espa?ol -que dirige Fernando M¨¦ndez Leite, director general del Instituto de la Cinematograf¨ªa-, dedicado a la generaci¨®n universitaria que no ha vivido la guerra, las Conversaciones de Cine de Salamanca y el Congreso Nacional de Escritores J¨®venes. Intervendr¨¢ en esta primera parte un nutrido grupo de pol¨ªticos e intelectuales.

Muerte de un ciclista se emite hoy por TVE-2 a las 21.00.