La dependencia africana de la ayuda occidental influye en el debate de la OUA sobre el 'apartheid'

Los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la 22? cumbre de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA), que se celebra en Addis Abeba, centran sus discusiones en la situaci¨®n de ?frica austral y, especialmente, en la posici¨®n, radical o moderada, que deber¨¢n adoptar contra los pa¨ªses occidentales que, a su juicio, se muestran pasivos ante el r¨¦gimen racista de Sur¨¢frica. La ayuda que el continente negro espera recibir de Occidente influye en el debate.Los dirigentes radicales son partidarios de condenar a EE UU y el Reino Unido, entre otros pa¨ªses occidentales, por lo que consideran un apoyo al r¨¦gimen de Pretoria, mientras los moderados, intentan mediante el di¨¢logo sumar a los Estados tolerantes con Sur¨¢frica al biocoteo global, pero sin adoptar posiciones rupturistas que puedan obstaculizar lo que se considera una necesidad imperante para comenzar a solucionar los graves problemas del continente: la ayuda econ¨®mica, que, adem¨¢s, han pedido a EE UU, Rep¨²blica Fe deral de Alemania (RFA), Reino Unido y Francia.

El Consejo de Ministros previo a esta cumbre adopt¨® una posici¨®n rupturista. Washington Londres, Bonn, Par¨ªs y Tel Aviv han sido objeto de las principales cr¨ªticas, a veces desorbitadas que han sido enviadas a la asamblea de jefes de Estado para su discusi¨®n. ?frica, seg¨²n los ministros que participaron en las sesiones previas a la cumbre, condena y rechaza a los pa¨ªses de Occidente porque no aplican sanciones econ¨®micas contra Pretoria. Hay quien llegar a pedir un boicoteo africano contra Europa, especialmente contra el Reino Unido.

Improperios contra EE UU

Los discursos de esta 221 cumbre de la OUA han dejado claro cu¨¢les son las posiciones de los pa¨ªses que asisten a las reuniones (ayer ya hab¨ªa en Addis Abeba 20 jefes de Estado, tres presidentes de Gobierno y tres vicepresidentes).

El presidente et¨ªope y l¨ªder del Partido de los Trabajadores (de inspiraci¨®n marxilta-leninista), teniente coronel Mengistu Haile Mariam, que ostenta a su vez la presidencia de la cumbre y el SWAPO, a trav¨¦s de uno de sus representantes, ha descargado toda una serie de improperios contra EE UU y el Reino Unido, a prop¨®sito de su posici¨®n con Sur¨¢frica, mientras que el presidente saliente de la OUA, el senegal¨¦s Abu Diuf, y su sucesor, el jefe del Estado congole?o, Denis Sasu Ngueso -curiosamente representante de un pa¨ªs regido por un partido ¨²nico de corte marxista-leninista-, han buscado la moderaci¨®n y el di¨¢logo en las relaciones de ?frica con el continente.

En el fondo, ante la aparente y emocional cr¨ªtica del apartheid, lo que se debate, a juicio de los observadores, es la gran contradicci¨®n de dar un adi¨®s pol¨ªtico a los pa¨ªses industrializados de Occidente, personificados en EE UU y el Reino Unido,a pesar de que tambi¨¦n se habla de la RFA y de Francia, pero no un adi¨®s econ¨®mico. Este adi¨®s econ¨®mico le supondr¨ªa al continente africano la p¨¦rdida de los 40.000 millones de d¨®lares como ayuda a ?frica dentro del paquete bilateral de los 120.000 que necesita el continente negro para resolver su futuro, al margen de los 180.000 millones de d¨®lares de deuda, principalmente con estos pa¨ªses.

Adem¨¢s de Estados Unidos, los pa¨ªses en los que ?frica tiene centradas sus esperanzas de recibir los 40.000 millones de d¨®lares que necesita para poner en marcha el plan de sanean¨²ento y estabilidad econ¨®mica continental son los doce de la Comunidad Europea m¨¢s los n¨®rdicos y otros como Canad¨¢, Jap¨®n y Nueva Zelanda. Algunos observadores estiman que la posici¨®n de los radicales, principalmente los pa¨ªses del Africa Austral o de tradicional posici¨®n beligerante hacia Occidente, est¨¢ en relaci¨®n con su creencia de que de que no van salir muy favorecidos en el reparto de la ayuda. Y sospechan que la posici¨®n de los rridoerados constituye una carrera particular entre estos pa¨ªses por asegurarse la ayuda.