Peri¨®dicos

YA( ... ) De la mano de los socialistas, que no mandan en el Gobierno de Catalu?a, va a reaparecer el Diario de Barcelona, y de la mano de los convergentes, que gobiernan la Generalitat, va a desaparecer El Correo Catal¨¢n. Estoy seguro que si la cl¨¢usula de conciencia, como derecho profesional del periodista frente a empresas cambiantes de orientaci¨®n ideol¨®gica, hubiese funcionado a principios de los a?os setenta, ni aquel peri¨®dico decano de Europa hubiera desaparecido, ni el diario centenario que fue gran adalid en la lucha por las libertades, la democracia y las autonom¨ªas se estar¨ªa extinguiendo en estos momentos. Sencillamente, hubieran continuado siendo fieles a sus importantes masas de lectores, y la fuerza de los periodistas en la defensa de la profesionalidad habr¨ªa evitado la ca¨ªda de ambos al servicio de intereses de partido, grupos y personas, que les distanci¨® fatalmente de sus lectores. As¨ª, mientras dichos diarios se descapitalizaban, los partidos, grupos y personas que los manejaban a su servicio se beneficiaban y capitalizaban pol¨ªticamente con el prestigio que hab¨ªan adquirido aquellos peri¨®dicos.Y si el anuncio de la reaparici¨®n del Diario de Barcelona es una buena noticia period¨ªstica, la previsible muerte de El Correo Catal¨¢n es un golpe vergonzante. Y si esta muerte se consuma y, adem¨¢s, el entierro se produce de manera indigna, este golpe vergonzante caer¨¢ sobre una parte muy representativa de Catalu?a y del catalanismo. Y ser¨ªa indigno que las destacadas personalidades pol¨ªticas y empresariales que ostentan la propiedad y la influencia en dicho diario intentaran ocultar sus nombres y apellidos -por otra parte, bien conocidos- tras extra?as operaciones jur¨ªdicas y detr¨¢s de hombres de paja que parece se prestan a actuar de enterradores

1 de agosto