Una mirada esc¨¦ptica
Tiene John Huston la vitalidad de un muchacho, aunque los 80 a?os que hoy cumple se dejen ver en su mano temblorosa, en su despiste alarmante, en su andar debilitado. Ese cuerpo vigoroso, educado en la aventura, se derrumba con la edad. Pero hay algo en Huston que no pierde juventud. A¨²n m¨¢s: se dir¨ªa que los a?os hacen progresar su risa ante la vida, ese escepticismo que ya bordara en sus primeras pel¨ªculas, en El halc¨®n malt¨¦s, por ejemplo, que rod¨® en 1941, cuando ten¨ªa 35 a?os.La mirada de Huston hacia los hombres ha sufrido los altibajos propios de las presiones de la industria, se ha puesto en primer t¨¦rmino o se ha disimulado en los trabajos de compromiso, pero sigue latiendo en todas sus pel¨ªculas. Si en El halc¨®n malt¨¦s la aventura por encontrar tina estatuilla de gran valor conduc¨ªa al fracaso porque todas las aventuras del hombre son historias de fracaso o porque s¨®lo ¨¦stas merecen ser contadas, en El honor de los Prizzi, rodada hace dos a?os y todav¨ªa en las pantallas, a¨²n segu¨ªa Huston ofreciendo un ir¨®nico punto de vista sobre la teor¨ªa oficial del triunfo: bastaba que un personaje declarara su amor a otro para que ¨¦ste tuviera que utilizar su rev¨®lver.
La desmitificaci¨®n no ya s¨®lo del famoso American way of life sino del conglomerado de teor¨ªas sobre las relaciones humanas, el ¨¦xito y la felicidad ha sido el proyecto esencial de Huston, utilizando el humor y la poes¨ªa. Para ¨¦l no existe m¨¢s triunfo posible que el reconocimiento de su imposibilidad -El tesoro de Sierra Madre Moby Dick, Vidas rebeldes, El juez de la horca, Fat City....
Sus personajes han podido afirmarse en el escepticismo, pero nunca, o rara vez, han ca¨ªdo en la tentaci¨®n de un optimismo de ministerio. Se ha escrito, y mucho, sobre la condici¨®n de perdedores que les ha unido. "Seres marginados que sue?an con lo imposible o que fingen so?arlo, pero que, en definitiva, han tenido que descolgarse del mito del imperio, el de conquistar y dominar", seg¨²n el propio Huston precisa.
Dice tambi¨¦n en sus espl¨¦ndidas memorias, A libro abierto que ha vivido "numerosas vidas". Boxeador, participante en la revoluci¨®n mexicana, cantante ambulante, pintor en Par¨ªs, autor de teatro, bebedor incansable, director de aproximadamente una pel¨ªcula por a?o, renovador del cine negro, del filme de aventuras y del cine de amor, ama los toros y a¨²n se regocija de haya amigos que no hayan muerto porque con ellos regusta de un sentido de la vida que la m¨¢quina moderna est¨¢ destruyendo.
No sue?a con obtener el tesoro escondido, sino que se contenta con prometerse, si viviera otra vida, con rectificar cinco puntos esenciales de lo que est¨¢ siendo ¨¦sta: dedicar m¨¢s tiempo a sus hijos, no gastar el dinero antes de ganarlo, beber m¨¢s vino y menos otras bebidas alcoh¨®licas, no fumar cuando tenga neumon¨ªa y no casarse por quinta vez. Todo un programa para quien a los 80 a?os no se atreve a arrepentirse de nada mientras que, con la vitalidad de sus a?os mozos, prepara una en¨¦sima pel¨ªcula sobre hombres empe?ados en negarse a s¨ª mismos.
Babelia
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