Carlos Garc¨ªa-Tornel
Experto espa?ol en la ONU, ha trabajado con los campesinos de la 'coca' en la lucha contra el narcotr¨¢fico en Bolivia
"Las mismas tienduchas de barro que hace veinte a?os ofrec¨ªan pan o comestibles hoy est¨¢n repletas de v¨ªdeos, motos japonesas y turismos ¨²ltimo modelo, en un pa¨ªs donde apenas hay carreteras dignas de este nombre". As¨ª resume Garc¨ªa-Tornel, un psic¨®logo social de 41 a?os que ha pasado ya m¨¢s tiempo en Latinoam¨¦rica que en su Barcelona natal, los efectos del cultivo de la coca en la vida cotidiana de Bolivia. Garc¨ªa-Tornel, que no ha abandonado del todo un cierto aire propio de los jesuitas -con quienes se form¨®- se muestra algo esc¨¦ptico sobre el resultado real del proyecto de diversificaci¨®n agr¨ªcola en la zona de La Paz, en el que ha participado intentando concienciar a los yungas de la necesidad de emprender nuevos cultivos. "Si comparas los 36 millones de d¨®lares que tiene este programa para cinco a?os con los mil millones que se calcula gira anualmente el tr¨¢fico de coca¨ªna, te das cuenta de nuestras insuficiencias". Y Garc¨ªa-Tornel aprovecha para pedir un mayor apoyo de Espa?a al Fondo de la ONU para la Fiscalizaci¨®n del Uso Indebido de las Drogas (UNFDAC), que intenta hacer ver a los propios campesinos que un monocultivo como el de la coca¨ªna, que seca los terrenos y dispara la inflaci¨®n no puede ser bueno a medio plazo, aunque hoy facilite muchos d¨®lares a quienes lo practican.Garc¨ªa-Tornel, casado con una mujer boliviana, recuerda como los campesinos le recibieron ofreci¨¦ndole coca "para ver si era un extranjero o estaba dispuesto a integrarme" y reconoce haberse habituado ¨¦l mismo a masticar la hoja de coca¨ªna "porque est¨¢ demostrado que tiene efectos beneficiosos". "Pero existe una diferencia abismal entre las 20.000 toneladas que se necesitan para el consumo tradicional y benigno de los campesinos, que mastican el acullico -la hoja de coca¨ªna- y las 100.000 que se producen hoy", a?ade a rengl¨®n seguido Garc¨ªa-Tornel. Su opini¨®n sobre la intervenci¨®n de tropas estadounidenses en la zona es muy cr¨ªtica: "La opci¨®n de la ONU quiere ser alternativa a la de los EE UU, de car¨¢cter casi puramente represivo. Buscamos un desarrollo real del campesinado, que no consiste s¨®lo en cambiar la producci¨®n agr¨ªcola sino tambi¨¦n en promover un aut¨¦ntico cambio social en esta clase, que empieza a ver como sus chavales de 12 a?os caen bajo los efectos del da?ino pitillo, la coca¨ªna del pobre". "Y la verdad es que empiezan a darse cuenta de los males que les puede traer el cultivo de la coca¨ªna", concluye Garc¨ªa-Tornel, "porque, ?qu¨¦ pasar¨¢ cuando dentro de 20 a?os todo el terreno que se ha utilizado quede yermo, su cultivo se traslade a las tierra v¨ªrgenes de Brasil o se consiga la coca¨ªna sint¨¦tica"?.
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