Pa¨ªs Vasco

Mucho se ha dicho y se ha hablado sobre el resultado de las ¨²ltimas elecciones en el Pa¨ªs Vasco. Es evidente que, con respecto a las elecciones de 1982, lo m¨¢s espectacular es el hecho de que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) haya perdido el 20,2% de los votos que obtuvo entonces (unos 77.000), ganando Herri Batasuna (HB) el 9,9% de los suyos en aquella ocasi¨®n (17.500) y Euskadiko Ezkerra (EE), el 7,7%, poco m¨¢s de 7.000. Si seguimos con esa misma comparaci¨®n, observamos que el PSOE pierde el 18% de sus votos, unos 63.000; Coalici¨®n Popular, el 7,6%, 24.500, obteniendo el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) el 147% m¨¢s de los que obtuvo entonces: en n¨²meros absolutos, 32.500.Pero lo anterior adquiere una nueva luz si analizamos las elecciones auton¨®micas que tuvieron lugar en la primavera de 1984. En comparaci¨®n con 1982, hubo entonces un ¨²nico partido ganador: el PNV, perdiendo votos tanto el PSOE como HB, EE y CP. Fue aqu¨¦l el momento culminante del PNV, cuando a¨²n no se hab¨ªa desatado su crisis interna, y no cabe duda de que arrebat¨® votos a los partidos perdedores, sobre todo a HB y a EE, pero no s¨®lo a ellos. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que el CDS no concurri¨® a aquellas elecciones, y que, dada la luna de miel que entonces se produjo entre Su¨¢rez y Garaikoetxea, es m¨¢s que probable que una parte del electorado del CDS optara por votar PNV.

Votos del PSOE al PNV

Hablando en n¨²meros redondos y absolutos, el PNV gan¨® en esas elecciones unos 70.000 votos respecto a 1982, perdiendo el PSOE, 102.000; HB, 19.000; EE, 6.600, y CP, 38.300. El CDS dej¨® libres unos 22.000 votos y el aumento de la abstenci¨®n se situ¨® en alrededor de 153.000 nuevos abstencionistas.

Los aumentos censales puede calcularlos el lector para cada elecci¨®n a partir del cuadro correspondiente. Parece evidente que las p¨¦rdidas del PSOE pudieron ir, en una parte, al PNV y en otra, la m¨¢s importante, a la abstenci¨®n, siendo probablemente estas p¨¦rdidas las de m¨¢s dif¨ªcil recuperaci¨®n.

Pues bien, en 1986 se han vuelto a cambiar las tornas. Las p¨¦rdidas del PNV respecto a 1984 son cuantiosas: casi 147.000 votos, de los cuales unos 50.000 han podido ir a HB y EE, puesto que ¨¦sta es la ganancia conjunta de ambos, siendo interesante averiguar cu¨¢l ha sido el destino de los otros 97.000. El PSOE, por su parte, ha recuperado unos 39.000 votos respecto a las elecciones auton¨®micas.

No todos han podido ir a parar a la abstenci¨®n: entre 1984 y 1986, el aumento de los abstencionistas es muy peque?o: en n¨²meros absolutos y redondos, unos 29.400. Esto, dicho sea por venir al paso, sit¨²a la abstenci¨®n en Euskadi en una cota del 32,2%, superior a la media nacional. Parece evidente, pues, que una parte del electorado peneuvista se ha decidido por votar a partidos de ¨¢mbito estatal. Al CDS se le han devuelto con creces los votos prestados en 1984, con lo que el CDS aparece como depositario de los votos de descontentos de muchos partidos. Los votos ganados por el PSOE, 39.000, y por CP, casi 14.000, es dif¨ªcil que provengan todos de los nuevos votantes, siendo, por tanto, casi inevitable que en parte procedan del electorado peneuvista.

Aparece as¨ª la sociedad vasca m¨¢s fluida de lo que a primera vista podr¨ªa parecer. En Catalu?a es evidente el trasvase de votos entre CiU y el PSOE-PSC, seg¨²n el tipo de elecci¨®n, general o auton¨®mica, de que se trate. En Euskadi no existe tampoco una rigidez entre el voto a los partidos nacionalistas o a los considerados all¨ª espa?olistas. Existe fluidez entre ambos bloques, siendo el depositario del trasvase entre ambos el PNV.

La crisis peneuvista

Nos ha parecido de inter¨¦s introducir estas consideraciones en el an¨¢lisis de Euskadi por si arrojan alguna luz sobre la lectura de los resultados electorales producidos. Por lo dem¨¢s, las cifras cantan por s¨ª solas: el PNV ha entrado en una profunda crisis, que tiene, sin duda, origen en el cambio de lendakari, crisis en la que las divisiones internas no son sino la expresi¨®n de dos maneras de entender la relaci¨®n de Euskadi con el conjunto del Estado. HB ha podido beneficiarse de los que acusan de excesiva moderaci¨®n a la actual pol¨ªtica de Ajuria Enea. Pero no puede olvidarse que s¨®lo una cuarta parte, como m¨ªnimo, del electorado perdido por el PNV ha podido ir a parar a HB, y esto en el supuesto de que todos los votos ganados por HB procedan del PNV, lo cual implicar¨ªa ignorar el voto del nuevo censo.

A nivel de cada circunscripci¨®n electoral observamos que el PSOE ha sido en las recientes elecciones el primer partido en ?lava y el PNV, en Vizcaya y en Guip¨²zcoa. En Guip¨²zcoa, el segundo partido ha sido HB, superando por algo m¨¢s de un centenar de votos al, PSOE.

Tanto el PSOE como CP y el CDS obtienen sus m¨¢ximas cotas en ?lava y las m¨ªnimas en Guip¨²zcoa. El PNV, la m¨¢xima en Vizcaya y la m¨ªnima en ?lava. HB y EE, las m¨¢ximas en Guip¨²zcoa y las m¨ªnimas en ?lava.

Las p¨¦rdidas del PNV en ?lava han podido tener como destino preferente el PSOE, en Guip¨²zcoa fundamentalmente HB, y en Vizcaya ambas formaciones m¨¢s la abstenci¨®n.

Pero esta situaci¨®n se aclara todav¨ªa m¨¢s si analizamos lo sucedido en los nueve municipios mayores de 50.000 habitantes de Euskadi: Vitoria, Ir¨²n, San Sebasti¨¢n, Baracaldo, Basauri, Bilbao, Guecho, Portugalete y Santurce.

Hay que decir, en primer lugar, que la abstenci¨®n m¨¢xima en este conjunto de municipios se ha dado en San Sebasti¨¢n, con el 36,4%, y la m¨ªnima en Baracaldo, con el 30,8%. Es precisamente en este municipio donde el PSOE ha alcanzado su cota m¨¢xima: un 37,8%, sobre el total de votantes, situ¨¢ndose en Guecho la m¨ªnima, con el 13,5%. Sin embargo, es Guecho el municipio donde alcanza su nivel m¨¢ximo el PNV, el 33,7%, situ¨¢ndose en Portugalete su menor nivel: el 6,9% del total de votantes. Para no cansar al lector, que puede consultar las cifras en los cuadros, diremos que CP alcanza su m¨¢s alta cota en Guecho y la menor en Basauri. HB y EE, la m¨¢s alta en San Sebasti¨¢n y las menores en Portugalete: HB, y en Baracaldo y Basauri: EE. El CDS, la m¨¢xima en ?lava y la m¨ªnima en San Sebasti¨¢n, e IU la m¨ªnima en Portugalete y la m¨ªnima tambi¨¦n en San Sebasti¨¢n.

Los municipios obreros

El PSOE ha sido en estas ¨²ltimas elecciones el primer partido en seis de estos municipios, ganando el PNV en San Sebasti¨¢n, Bilbao y Guecho. Como se observa en los cuadros, el PSOE concentra su fuerza en los municipios mayores de 50.000 habitantes, en los que obtiene porcentajes superiores al provincial. Lo contrario ocurre con el PNV y HB.

Si analizamos los posibles trasvases de votos en estos municipios, parece evidente que en los grandes municipios obreros de la r¨ªa de Bilbao -Baracaldo, Basauri, Portugalete y Santurce-, que son, por otro lado, el feudo del PSOE, es donde se ha podido producir con m¨¢s intensidad la fluidez del voto entre PNV, en las auton¨®micas, y el PSOE, en las generales. Algo similar ocurre en Vitoria. En San Sebasti¨¢n, al menos entre las ¨²ltimas auton¨®micas y las actuales generales, el voto PNV ha podido volcarse m¨¢s hacia HB.