Banca Catalana y la informaci¨®n

Leer la prensa es para m¨ª, entre otras cosas, una manera de poner a prueba mi capacidad de sorpresa. Uno se cree ya curtido despu¨¦s de la ¨²ltima noticia, se dice a s¨ª mismo que ya lo ha o¨ªdo todo y nada queda por o¨ªr. Y es aqu¨ª cuando en el diario del d¨ªa siguiente todas tus teor¨ªas y pensamientos al respecto se vienen abajo.Esta vez el hecho causante de mi consternaci¨®n lo constituyen las declaraciones de un portavoz autorizado del PSUC; en ellas se manifiesta que el partido "considera que es una l¨¢stima que se est¨¦ trasladando el procesojudicial de este asunto (caso Catalana) a los medios de comunicaci¨®n". Para m¨¢s inri a?adi¨®: "Ser¨ªa bueno distinguir entre la informaci¨®n y lo que son propiamente decisiones judiciales".

Como ciudadano de a pie y como persona de izquierdas que me creo, reivindico mi derecho a la informaci¨®n, defendida en la tan a menudo invocada Constituci¨®n; reivindico mi derecho a sorprenderme tambi¨¦n, reivindico mi derecho a una informaci¨®n sin mati,zaciones, a conocer las decisiones judiciales que estos se?ores pretenden segregar, a saber de que se acusa a una persona que me pide su voto.

Se?ores de izquierda, se?ores del PSUC, no caigan en ese corporativismo claudicante, en esos acuerdos t¨¢citos tan t¨ªpicos de la clase pol¨ªtica, que consisten en no airear los trapos sucios del colega de turno. Se?ores de izquierda, sigan por ese camino y con ustedes habr¨¢ muerto la ¨²ltima izquierda en Espa?a.-