Emilio Fern¨¢ndez Garc¨ªa

A sus 34 a?os, el donostiarra Emilio Fern¨¢ndez Garc¨ªa puede decir que ha hecho casi de todo en su corta vida. Estudi¨® psiquiatr¨ªa. Se cas¨® y tuvo un hijo. Pero un buen d¨ªa se hart¨®, lo dej¨® todo y se march¨® a la India. Volvi¨® dos a?os m¨¢s tarde y se afinc¨® en Ibiza, en una hermosa casa construida en medio del campo, casa que abandona todos los d¨ªas al anochecer para trabajar en la discoteca Ku. De Ibiza s¨®lo sale para ir a comer a San Sebasti¨¢n una buena carne y ver a su hijo o para trabajar como actor con Roman Polanski, con el que hizo la pel¨ªcula Piratas y con el que est¨¢ a punto de colaborar en otra.

Emilio Fern¨¢ndez Garc¨ªa tiene un lema en su vida que se repite constantemente y que tiene verdadera obsesi¨®n por transmitir: "La vida pasa tan r¨¢pido que hay que hacer cuantas m¨¢s cosas mejor en el menor tiempo posible, no vaya a suceder que no te d¨¦ tiempo a hacer todo aquello que quieras". Emilio, desde la inmensidad de sus ojos negros -lo ¨²nico que parece poseer en su delgado cuerpo cuando se le mira-, aprendi¨® que la vida era as¨ª de r¨¢pida a los 21 a?os, cuando comenz¨® en San Sebasti¨¢n a trabajar con el psiquiatra Luis Cencillo. "Por aquel entonces trat¨¢bamos a muchos chavales con problemas de drogas. Ellos me dec¨ªan: 'Por mucho que quieras ser mi amigo y ayudarme, no lo vas a lograr, porque para entender nuestro mundo tienes que haberlo vivido".Y un buen d¨ªa, este joven psiquiatra, uno de los mejores de su promoci¨®n, dej¨® la comodidad de su ciudad, su bonita casa, su mujer, su peque?o hijo y se fue a la India. "All¨ª tuve experiencia con drogas y entend¨ª lo que tiempo atr¨¢s mis pacientes me trataban de explicar".

Poco tiempo despu¨¦s de regresar de la India se encontr¨® con Santamar¨ªa, ex jugador de la Real Sociedad, del que dice que es su ¨²nico amigo, "porque amigo, s¨®lo se tiene uno", y le convenci¨® de que utilizara sus conocimientos de movimiento de masas en relanzar una discoteca que, junto con otros dos amigos -Gorri y Javier-, hab¨ªa comprado en Ibiza.

La discoteca era Ku, y Emilio y sus amigos lograron en poco tiempo convertirla, seg¨²n muchos, en la mejor de Europa. "Ahora, adem¨¢s de ser un poco el relaciones p¨²blicas, me encargo de hacer estudios de mercado y de planificar el futuro de la empresa".

Por el d¨ªa cultiva su huerta y disfruta de las delicias del amor, ahora con una muchacha de color, "hija de no s¨¦ qu¨¦ embajador de no s¨¦ qu¨¦ pa¨ªs"; pero sus amores, como su vida, pasan r¨¢pido. Es un experto en quiromancia y cree, claro est¨¢, firmemente en el destino. Pero por la noche se transforma.

En una larga noche ibicenca conoci¨® al director de cine Roman Polanski. Se hicieron amigos en seguida, y un buen d¨ªa le dijo: "D¨¦jate crecer el pelo". Emilio, sin saber por qu¨¦ le dec¨ªa esto, lo hizo. Al cabo del tiempo le ense?¨® un dibujo a l¨¢piz que hab¨ªa hecho el propio Polanski y le explic¨®: "Quiero que te parezcas a este dibujo". Y un a?o m¨¢s tarde le sorprendi¨®: "Esta noche nos vamos a Par¨ªs; quiero que hagas un papel en mi pr¨®xima pel¨ªcula". La pel¨ªcula era Piratas. Emilio recuerda: "Fue una experiencia interesante, pero no creo que sin ser amigo de Polanski pudiera haber hecho la pel¨ªcula".

Ahora ha recibido una oferta de Spielberg, al que ha dicho que no, para hacer otra pel¨ªcula con Polanski. Un lujo que pueden permitirse pocos actores.