Los ancianos reciben el 90% de la asistencia a domicilio, un servicio creado hace dos a?os
Las casi 400.000 personas con m¨¢s de 65 a?os que viven en Madrid (un 12,20% de la poblaci¨®n de la ciudad) se llevan un 90% de los servicios de asistencia a domicilio creado por el Ayuntamiento. Este servicio se puso en marcha en junio de 1984 para ayudar temporalmente a personas de todas las edades que lo precisen y lo soliciten. Durante 1985 se prestaron 10.675 servicios. S¨®lo 915 correspond¨ªan a minusv¨¢lidos, y 28, a personas alcoh¨®licas. En el primer semestre de 1986, la cifra subi¨® a 7.414 servicios.
De todos los servicios a domicilio prestados, un 48% fue gratis en 1985 (es el caso de las personas que s¨®lo tienen como ingresos las 14.000 pesetas mensuales del Fondo de Asistencia Social). S¨®lo un 3%. de los atendidos pagaron m¨¢s de un 30% del coste.El servicio m¨¢s solicitado es la limpieza del domicilio y el aseo personal, en horario de ma?ana, a diario o en d¨ªas alternos, para ancianos entre 70 y 90 a?os. El tiempo m¨¢ximo de permanencia de cada auxiliar en los domicilios es de unas dos horas. Cuando no hay ning¨²n tipo de subvenci¨®n por parte del Ayuntamiento, el servicio de compa?¨ªa por una noche cuesta 2.680 pesetas.
350 auxiliares se encargan de atender las necesidades personales y dom¨¦sticas de los solicitantes. El presupuesto, de 1985 fue de 151 millones de pesetas y el de este a?o sube a 232. Trabajan en el servicio dos m¨¦dicos, 18 ayudantes t¨¦cnico-sanitarias, 18 asistentes sociales (una por cada distrito) y 45 educadores de familia, personas encargadas de reconstruir en lo posible aquellas familias deterioradas por problemas de analfabetismo, alcoholismo o prostituci¨®n.
Cristina Vivanco, coordinadora del servicio, explica la esencia de la ayuda: "Queremos motivar al vejete, demostrarle que est¨¢ vivo. Empujarle a que no se encierre en su casa, que salga a sentarse en un banco, que vaya a una verbena. El mero hecho de estar esperando a una persona que les ayuda en casa ya les da una ilusi¨®n".
Se?ala despu¨¦s que se trata tambi¨¦n de mentalizar a las familias y a la sociedad para que tomen conciencia de que es un problema de todos: "Tenemos una gran falta de gente que se preste voluntaria. Y mientras no haya m¨¢s conciencia social, servicios muy costosos y que requieren mucho tiempo, como es hacer compa?¨ªa a los ancianos, no los podremos cubrir. Por otra parte, cuando llegamos nosotros, muchas familias se frotan las manos, se desentienden del caso y se creen que nosotros ya tenemos que atender a esas personas siempre".
Voluntarios
El Ayuntamiento mantiene conciertos con cinco entidades para cumplir el servicio de asistencia a domicilio: ASISPA (Asociaci¨®n de Servicio Integral Sectorial para Ancianos), Amad (Asociaci¨®n creada por Asistentes Sociales de Madrid para Ayuda a Domicilio), SAGECO (fundaci¨®n nacida de C¨¢ritas, Cruz Roja y las antiguas alumnas del Sagrado Coraz¨®n), Solidaridad Democr¨¢tica y la cooperativa Orcasan, formada por 15 j¨®venes a partir del Plan para la Prevenci¨®n de la Delincuencia en Orcasitas, San Blas y Pan Bendito.
Mar¨ªa Paz Lorenzo, encargada de la coordinaci¨®n de las 153 auxiliares de ASISPA, se?ala que un 10% de las personas que se prestan para trabajar en este servicio se autoeliminan. "El trato con los ancianos es algo muy fuerte que lleva a fuertes depresiones". Las auxiliares reciben 430 pesetas por cada hora de trabajo, y en la Seguridad Social figuran como servicio dom¨¦stico contratado por los propios ancianos.
Luli Zabala es la asistente social responsable de ASISPA, asociaci¨®n no lucrativa: "Lo que m¨¢s me impresiona es la dosis de sacrificio que hay en Espa?a, pr¨¢cticamente esp¨ªritu de masoquismo, unido a un sentimiento bald¨ªo de heroicidad. El anciano quiere morirse en su casa, y los familiares que le atienden llegan muchas veces al agotamiento, al desequilibrio total".
Para la coordinadora de ASISPA, el problema no es de concienciar a la sociedad, sino de crear y coordinar centros apropiados: "Todo eso de que una madre es una madre y por nada del mundo se le va a ingresar en una residencia, es demagogia. Si ingresaran m¨¢s ancianos en residencias en Espa?a, eso querr¨ªa decir que algo marchaba mejor. Porque ser¨ªa se?al de que hay sitios dignos donde se les acoge".
Zabala se?ala que en Madrid apenas existen residencias asistidas, donde se atienda a ancianos: "Mientras no se creen, la ayuda a domicilio es un enga?o, pues este servicio est¨¢ ideado para atender temporalmente casos extremos, y no de por vida. As¨ª, la ¨²nica soluci¨®n es transformar la idea del servicio, hacerlo cr¨®nico y atender mal a estas personas. Falta coordinaci¨®n". Quiz¨¢ animados por ese 12,20% de poblaci¨®n anciana, han comenzado a crearse en Madrid empresas privadas dirigidas a los m¨¢s pudientes y concebidas con ¨¢nimo de lucro.
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