Cambios en los diarios franceses para adaptarse a una mayor competencia
La perspectiva de varias cadenas de televisi¨®n privadas, que comenzar¨¢n a emitir probablemente a primeros de a?o, con la consiguiente batalla por la publicidad, y la crisis que atraviesa la Prensa francesa en general (pr¨¢cticamente, todos los diarios de Par¨ªs pierden dinero, salvo Le Figaro), han llevado a dos peri¨®dicos a intentar una nueva aventura. El Pasado mi¨¦rcoles sali¨® a la calle un Le Matin completamente remozado nuevo formato, nueva maqueta, nuevo director y nuevo contenido. El pr¨®ximo lunes ser¨¢ Lib¨¦ration el que cambie de f¨®rmula: m¨¢s p¨¢ginas, una edici¨®n especial para Lyon y el rigor como consigna. El respetado Le Monde seguir¨¢ sus pasos dentro de un a?o: abandonar¨¢ el formato s¨¢bana e introducir¨¢ fotos.El cambio de Le Matin era una necesidad imperiosa porque el peri¨®dico corr¨ªa el riesgo de desaparecer. Le Matin, que naci¨® en los a?os setenta con una voluntad declarada de "apoyar a la izquierda", atraves¨® una importante crisis tras la victoria de los socialistas, en 1981. Los lectores le reprochaban una excesiva ideologizaci¨®n y una escasa capacidad de cr¨ªtica. La llegada del financiero Max Theret y del escritor Max Gallo, antiguo portavoz de Mitterrand, desencadenaron la tormenta. Numerosos redactores se acogieron a la cl¨¢usula de conciencia y abandonaron la redacci¨®n. La derrota de la izquierda en las ¨²ltimas elecciones legislativas, y las p¨¦rdidas financieras acumuladas, hicieron que los responsables de la sociedad editora reflexionaran sobre el futuro del peri¨®dico.
Informacion y opini¨®n
"Seguimos siendo un diario con sensibilidad de izquierda, pero estamos decididos a impulsar un trabajo aut¨¦nticamente profesional. Queremos hacer un buen producto que satisfaga a los lectores", explica Theret. El nuevo Le Matin tiene un formato m¨¢s alargado, concede especial importancia a la econom¨ªa y a la cultura y vigila m¨¢s estrechamente la separaci¨®n entre informaci¨®n y opini¨®n.
El problema de Lib¨¦ration es completamente distinto: c¨®mo convertirse en un diario de alcance nacional y aumentar las ventas en todo Francia. Libe, como se le conoce popularmente, vende en la actualidad una media de 165.000 ejemplares, cifra escandalosamente peque?a si se compara con su prestigio y, sobre todo, con las tiradas de sus m¨¢s directos competidores, Le Monde, que, tras un bache ya superado, rebasa los 400.000, y Le Figaro, que ronda esa cifra durante la semana y llega al mill¨®n de ejemplares el s¨¢bado, gracias a sus dos impresionantes suplementos en color.
El principal problema para Lib¨¦ration parece ser la dificultad para introducirse en el mercado regional, controlado por una poderosa Prensa local. El diario vende s¨®lo 4.000 ejemplares en Lyon, una ciudad con 1.200.000 habitantes, y Serge July, el director, ha decidido lanzar una edici¨®n especial que intentar¨¢ llegar a esos miles de lectores. "Queremos llegar a los 25.000 Libes en Lyon y 200.000 en todo el pa¨ªs".
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