Espa?a solicita formalmente su ingreso en el 'grupo de los 10', que incluye a los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo occidental
El Gobierno espa?ol, a trav¨¦s de su gobernador ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha solicitado formalmente el ingreso en el denominado grupo de los 10 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo occidental, al lado de las grandes naciones de la Comunidad Europea, Estados Unidos, Canad¨¢ y Jap¨®n. La solicitud espa?ola, que tiene serias posibilidades de prosperar, ser¨¢ considerada en detalle durante la reuni¨®n que este grupo celebrar¨¢ la ¨²ltima semana de septiembre en Washington, d¨ªas antes de la apertura formal de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial.
Pese a que sus indicadores econ¨®micos presentaban la candidatura espa?ola como "muy seria" desde hace a?os, la solicitud formal no se ha formulado hasta una vez materializado el ingreso de Espa?a en la Comunidad Europea (CE), presumiblemente con el apoyo de ¨¦sta. El pasado marzo, en el curso de la reuni¨®n de primavera del FMI y Banco Mundial, los representantes espa?oles el gobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio, y el secretario de Estado de Econom¨ªa, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez- materializaron la propuesta, que ya fue debatida entonces en dicho foro.No obstante, analizada en primera instancia la petici¨®n, el grupo de los diez (m¨¢s conocido como G- 10) decidi¨® aplazar hasta septiembre la consideraci¨®n en detalle de la exigencia espa?ola. Seg¨²n fuentes informadas de Washington, la petici¨®n espa?ola plante¨® algunos "problemas t¨¦cnicos", que ser¨¢n examinados, con alternativas para resolverlos, a finales de septiembre. Parte de estas "cuestiones t¨¦cnicas" surgieron como consecuencia de que otros dos pa¨ªses, Australia y Austria, vieron rechazadas sus peticiones cuando ¨¦stas fueron formuladas hace un a?o.
Como ha sucedido con el denominado grupo de los cinco, que se resist¨ªa a ampliarse con la inclusi¨®n de Italia y Canad¨¢, hasta convertirse de hecho en el grupo de los siete a ra¨ªz de la cumbre de Tokio, el G-10 ha tenido una resistencia hist¨®rica a su ampliaci¨®n. Ahora, sin embargo, los argumentos en contra de su ampliaci¨®n est¨¢n cayendo por su propio peso ante el surgimiento de pa¨ªses que, como Espa?a, forman parte de la CE y carecen de representaci¨®n en grupos donde se debaten muchos de los problemas monetarios y financieros de importancia indudable para a evoluci¨®n de la econom¨ªa.
Grupo de presi¨®n
El G-10 est¨¢ compuesto por los diez pa¨ªses firmantes, en 1962, del Acuerdo General de Pr¨¦stamos (AGP), un mecanismo monetario que sirve para compensar desequilibrios en las balanzas de pagos de los pa¨ªses adscritos. Act¨²a, dentro del FMI, como un aut¨¦ntico grupo de presi¨®n, en defensa de los intereses de las naciones m¨¢s ricas. El pasado a?o, por ejemplo, el grupo elabor¨® un estudio sobre la reforma del sistema monetario, que se utiliz¨® como con trapeso del presentado por el G-24, formado por las naciones en desarrollo. EL G-10 lo componen, de hecho, once miembros: EE UU, Reino Unido, RFA, Jap¨®n, Francia, Canad¨¢, Italia, B¨¦lgica, Holanda, Suecia y Suiza. ?ste ¨²ltimo pa¨ªs ingres¨® con posterioridad a la creaci¨®n del grupo, al adherirse al AGP.En la reuni¨®n de finales de septiembre se espera que el G-10 elabore unos indicadores econ¨®micos objetivos que establezcan la base para tener acceso a este grupo. Estos indicadores garantizar¨ªan el ingreso de Espa?a, debido a su grado de desarrollo, a su producto interior bruto (PIB), la estabilidad de su moneda y hasta su pertenencia al mundo democr¨¢tico occidental.
Seg¨²n fuentes informadas, la solicitud espa?ola origin¨® un interesante debate en la reuni¨®n de marzo, que apenas trascendi¨® a la Prensa debido al car¨¢cter secreto de las deliberaciones de este grupo. Al parecer, hubo ciertas resistencias brit¨¢nicas al acceso espa?ol, en parte por el agravio comparativo que se podr¨ªa producir con las candidaturas rechazadas anteriormente, especialmente la australiana.Adem¨¢s, seg¨²n fuentes solventes, existe otro problema t¨¦cnico, pero cuya soluci¨®n es menos complicada que las objeciones a la ampliaci¨®n. Se trata de la firma del Acuerdo General de Pr¨¦stamos, al que Espa?a no pertenece. El Gobierno espa?ol, sin embargo, prometi¨® firmar este acuerdo en el momento en que se le incluya en el G-10, ya que, seg¨²n fuentes solventes, "su firma nos concede m¨¢s beneficios econ¨®micos que inconvenientes".
Por otro lado, la misi¨®n del FMI que anualmente visita Espa?a con el encargo de analizar la evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, viajar¨¢ a Madrid el pr¨®ximo, mes de octubre. La llegada a Espa?a de esta misi¨®n, que encabeza un funcionario brit¨¢nico del FMI, fue retrasada de la primavera al oto?o debido a la convocatoria anticipada de elecciones generales en Espa?a. Al parecer, el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, que viajar¨¢ a Washington para la asamblea anual, ha dado su visto bueno la semana pasada a la llegada de la misi¨®n del FMI.
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