El propietario de una casa abierta
El profesor atend¨ªa en la calle de Sevilla las dudas de los estudiantes
Ram¨®n Carande constitu¨ªa una imagen t¨ªpica del centro de Sevilla, en donde viv¨ªa, en una casa cercana al patio de los Naranjos. Era un paseante empedernido, y sus paseos eran constantemente interrumpidos por infinidad de universitarios y admiradores, que le solicitaban un aut¨®grafo o simplemente un apret¨®n de manos. El historiador invitaba a un buen n¨²mero de ellos, en especial a los estudiantes de historia, a pasarse por casa en cuanto tuvieran una duda que plantearle. Cualquier consulta era atendida con una amplia sonrisa, una colecci¨®n de consejos y la muletilla de "ustedes, los j¨®venes, son quienes han de hacer las cosas ahora".
Los periodistas de la ciudad tambi¨¦n eran bien acogidos en su casa, a cambio de un "no quiero publicidad, por mi edad ya tengo pocas cosas que decir". Un grupo de ellos le regal¨® un bast¨®n cuando se repuso de la operaci¨®n quir¨²rgica sufrida en abril. Regalo por dem¨¢s simb¨®lico, ya que en sus innumerables paseos por la ciudad utilizaba el bast¨®n, pero tan s¨®lo lo arrastraba tras de s¨ª.Una vez en su casa, igual hac¨ªa -tertulia con un ilustre profesor o un acad¨¦mico que con una empleada de la biblioteca del rectorado de la universidad de Sevilla. La diversidad de sus amistades puede ser interpretada como una garant¨ªa de su enorme calidad humana. Una de estas funcionarias se asombraba hace un par de a?os de que el historiador, pese a su edad, a¨²n insistiera en desplazarse a la biblioteca universitaria. Tras hac¨¦rselo saber en el, mismo mostrador de la biblioteca, Carande le contest¨® de buen humor que ¨¦l s¨®lo hab¨ªa estado enfermo una vez, cuando estudiaba en Alemania. Eso hab¨ªa ocurrido hac¨ªa muchos a?os: por aquel entonces, el mapa de Europa era muy diferente del actual.
Fractura de f¨¦mur
Ram¨®n Carande hab¨ªa sido operado el pasado d¨ªa 5 de abril de una fractura subcapital de f¨¦mur izquierdo, intervenci¨®n que sus m¨¦dicos calificaron como traum¨¢tica. El pasado d¨ªa 1 de agosto, aquejado de una hemorragia digestiva, ingres¨® en el hospital provincial San Sebasti¨¢n, de Badajoz, donde recibi¨® tratamiento sintom¨¢tico y hubo de permanecer hasta el 21 de ese mismo mes.
El historiador hab¨ªa cumplido 99 a?os el pasado 4, de mayo; era un fumador empedernido. Aunque hab¨ªa asegurado en muchas ocasiones, con el pudor impropio que puede dar un siglo de vida, que la suya ya apenas si ten¨ªa sentido y que poca cosa ten¨ªa que hacer en este mundo, la noticia ?de la muerte de Ram¨®n Carande y Tovar ha supuesto una conmoci¨®n para la ciudad de Sevilla, de la que era uno de sus personajes m¨¢s entra?ables.
Al menos as¨ª la calificaba ayer el alcalde de la ciudad, el socialista. Manuel del Valle, mientras se dispon¨ªa a acudir al sepelio del anciano historiador. El alcalde sevillano insist¨ªa ayer en que su relaci¨®n con Carande hab¨ªa sido m¨¢s importante en un plano personal.
"Cuando era todav¨ªa estudiante de Derecho"., a?adi¨® Manuel del Valle, "acud¨ªa a comprar libros a la Librer¨ªa Internacional Lorenzo Blanco, y all¨ª se encontraba don Ram¨®n, con contertulios como Manuel Olivencia y Jaime Garc¨ªa A?overos".
Compa?ero de aquellas reuniones fue tambi¨¦n Manuel M¨¦ndez Le¨®n, que hoy tiene 80 a?os de edad y es director de la cl¨ªnica sevillana Nuestra Se?ora de F¨¢tima, donde Carande fue intervenido quir¨²rgicamente el pasado mes de abril de la fractura de cadera sufrida durante uno de sus habituales paseos por el centro de la ciudad.
El anciano m¨¦dico se mostr¨® orgulloso entonces de que fuera en su cl¨ªnica donde se restableciera el historiador, al que defini¨® entonces como "una gran persona, aunque ahora, con las melenas que se ha dejado y la boina que lleva, parece uno de esos de Nicaragua".
El tambi¨¦n anciano historiador, que fuera director del Archivo General de Indias, Jos¨¦ de la Pena C¨¢mara, defini¨® as¨ª la relaci¨®n de Carande con Sevill a: "En 1925 tuve la fortuna de entrar en relaci¨®n con ¨¦l y de comprobar el gran amor que ya entonces ten¨ªa por la ciudad de Sevilla y por su gente. Carande qued¨® fuertemente impresionado por el modo de ser y el talante del andaluz, que fueron de gran influencia en ¨¦l, ya que consiguieron suavizar sus asperezas castellanas. Sin duda, amaba la ciudad profundamente".
Sevilla suaviza
En el mismo sentido de los dem¨¢s se manifiesta otro de los amigos de Ram¨®n Carande, el catedr¨¢tico de Lat¨ªn de la universidad de Sevilla Juan Gil: "Sevilla era su patria chica, ha sido la ciudad donde ense?¨® y fue maestro. No en vano ha vivido en esta ciudad muchos m¨¢s a?os que la mayor¨ªa de los sevillanos, ya que lleg¨® a la ciudad en 1918. Su fuerte car¨¢cter, propio de castellanos, se suaviz¨® durante sus a?os de vida en Sevilla".
El historiador y escritor sevillano Antonio Cascales constata la siempre buena disposici¨®n de Ram¨®n Carande para todo tipo de sugerencias. ?ste le escribi¨® el pr¨®logo a su reci¨¦n publicado libro La Inquisici¨®n en Andaluc¨ªa, el pasado mes de diciembre, texto que Cascales agradeci¨® como un regalo de Navidad.
Unas semanas m¨¢s tarde, al encontr¨¢rselo paseando por las inmediaciones de la catedral, Cascales le habl¨® de lo que -todav¨ªa quedaba por investigar respecto a este tema hist¨®rico.
Ram¨®n Carande, antes de despedirse de su amigo y con la recomendaci¨®n de "a la tarea, a la tarea", le alent¨® a seguir adelante.
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