La emoci¨®n de un toro con genio

N¨²?ez del Cuvillo / Ruiz Miguel, Espartaco, Mendes

Toros de Joaqu¨ªn N¨²?ez del Cuvillo, bien presentados, nobles, con casta y poca fuerza. Ruiz Miguel: pinchazo baj¨ªsimo sin soltar, que produce hemorragia interna (ovaci¨®n con algunos pitos); estocada ca¨ªda (oreja). Espartaco: pinchazo y media trasera (oreja); pinchazo y estocada perpendicular (oreja). V¨ªctor Mendes: pinchazo y media desprendida (oreja); dos pinchazos, estocada baja y descabello (ovaci¨®n). Plaza de Colmenar Viejo, 1 de septiembre. Cuarta corrida de feria.

En el primer toro, un colorao bragao y bocinero, se concentr¨® toda la emoci¨®n de la tarde. Fue un duelo entre su genio y el de un Ruiz Miguel bastante valioso. Pocas veces un toro ha podido con el gaditano. ?sta fue una de ellas. Y es que el diestro aplic¨® al toro una de sus faenas cl¨¢sicas: con regates y cont¨ªnuas carreritas. Pero el bragao sac¨® m¨¢s genio que el torero y le llev¨® por la calle de la amargura.Ruiz Miguel no se par¨® ni un solo momento. Adem¨¢s, fue desarmado al principio de la faena y al final, sufriendo un achuch¨®n que le llev¨® trastabillando desde el tercio hasta casi estrellarse contra las tablas. El festivo p¨²blico de Colmenar permanec¨ªa absorto y en silencio, dominado por la emoci¨®n.

Pero despu¨¦s, la emoci¨®n y el genio desaparecieron por completo, debido a la blandura de remos del resto de los toros, que se entregaban en el primer tercio, romanenando, pero llegaban casi moribundos al ¨²ltimo. Cadav¨¦rico, lleg¨® el primer enemigo a la muleta de Espartaco, que hab¨ªa despertado gran espectaci¨®n.

El de Espartinas realiz¨® una faena de recursos y cara a la galer¨ªa: rodillazos, el p¨¦ndulo, flequillazos y la eterna y blanca sonrisa embriagadora de damas todo ello con facilidad y soltura. Las mismas que emple¨® en el quinto, colorao ojo de perdiz, lanceando a base de chapucinas. Despu¨¦s le propin¨® una paliza de pases a destajo, con aportaciones cercanas a la calidad (en dos naturales desmayaos) y la variedad (dos ayudados por alto y un quiquiriqu¨ª).

V¨ªctor Mendes intent¨® hacer con mucha verdad y seriedad su toreo. Lo consigui¨® en los dos primeros tercios de sus enemigos, sobre todo en el tercero, otro colorao, ¨¦ste retinto, y veroniqueando embraguetado y ganando terreno, as¨ª como galleando por chicuelinas y banderilleando "asom¨¢ndose al balc¨®n". Despu¨¦s baj¨® el nivel -aunque logr¨® tres naturales hondos en el segundo- y no se acopl¨® en el que cerr¨® plaza.

Antes, Ruiz Miguel toc¨® pelo en el cuarto -con el que el subalterno El Formidable hizo honor a su apodo en un gran par de banderillas- al que s¨ª pudo en genio, aunque lo ten¨ªa f¨¢cil esta vez, en una faenita con oficio pero vulgar y anodina que acab¨® calando en los tendidos.