Gomas
De entre los m¨²ltiples misterios que pueblan este mundo, pocos hay tan cr¨ªpticos como el de la desmesurada importancia que se concede al acto sexual. Teniendo en cuenta que la cosa debe de practicarse algo as¨ª como 300 millones de veces al (ha en todo el mundo, se me hace dif¨ªcil comprender c¨®mo una vulgaridad semejante origina tama?o frenes¨ª y tanto sofoco. Sea como fuere, ocurre que el final del verano es un tiempo particularmente camal, porque los ensue?os er¨®ticos no cumplidos se acumulan en los ¨²ltimos d¨ªas de calor y todo quisque parece ir desaforadamente en pos de una pareja. Por eso creo que hoy resulta de lo m¨¢s apropiado hablar del Comit¨¦ Ciudadano anti-SIDA de Madrid, que lleva un a?o dando la matraca para centrar el problema del SIDA en sus justos t¨¦rminos.Por ejemplo: estos santos del comit¨¦ explican una y otra vez, con gran paciencia, que no existen grupos de riesgo, sino, en todo caso, factores de riesgo. Pero el ¨¦nfasis de su trabajo est¨¢ puesto en una doble lucha: por un lado, desdramatizar el asunto, y, por otro, concienciar a la gente m¨¢s cercana al peligro de que han de tomar medidas preventivas. Y de todas estas medidas la m¨¢s eficaz es el cond¨®n, la tradicional y humilde goma. Cuentan los del comit¨¦ que ahora, en los ambientes gay, resulta de mal gusto hablar del SIDA. Que muchos homosexuales no han usado jam¨¢s preservativos, y que hoy contemplan el archiperre de caucho con perplejidad y desconsuelo. Que hay quien tiene reparo a entrar en una farmacia a comprar las tales caperuzas; que otros desconf¨ªan neciamente de los amantes que las usan, crey¨¦ndoles contaminados por el mal hasta las cejas; y que las campa?as oficiales apenas si insisten en los preservativos, siendo como son tan importantes.
Los del comit¨¦, en fin, andan desga?itados explicando en los ambientes gay que las gomas pueden tener su morbo y su jolgorio; que la enfermedad es grave, s¨ª, pero que la prevenci¨®n es f¨¢cil y segura. Que usen un preservativo y que se olviden de sus miedos. Reivindiquemos, pues, el vilipendiado cond¨®n, tan ¨²til tambi¨¦n para las hembras como alternativa a los estragos de los anticonceptivos. Ponga una goma en su vida y pase un buen final del verano, amigo m¨ªo.
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