El r¨¦gimen militar concentra la represi¨®n sobre la izquierda

El r¨¦gimen del general Augusto Pinochet ha concentrado la persecuci¨®n de los culpables del atentado del domingo contra su vida en militantes y dirigentes de izquierda y en los habitantes de las barriadas obreras de la periferia de la capital. Seg¨²n el recuento de la polic¨ªa de investigaciones, hasta ayer hab¨ªan sido detenidos 16 dirigentes pol¨ªticos y de organizaciones sociales de signo izquierdista.

Entre tanto, los servicios de seguridad buscan afanosamente a C¨¦sar Bunster Arizt¨ªa, hijo del ex embajador de la Unidad Popular en Londres ?lvaro Bunster. Seg¨²n la versi¨®n oficial, Bunster alquil¨® una casa en las cercan¨ªas del sitio de la emboscada y los veh¨ªculos en los que se desplazaron los atacantes. Pag¨® 800 d¨®lares (una 100.000 pesetas) por los autom¨®viles y mostr¨® una identificaci¨®n falsa como agregado comercial de la Embajada de Chile en Canad¨¢. Su esposa tambi¨¦n est¨¢ acusada de haber participado en el ataque, y ambos, de preparar la fuga de los atacantes.

[?lvaro Bunster descalific¨®, desde M¨¦xico, las acusaciones que el r¨¦gimen de Pinochet ha lanzado contra su hijo, seg¨²n Reuter. Bunster dijo que se trata de "un iiitento de arrojar sombras sobre los chilenos exiliados e, indirectamente, sobre el Gobierno mexicano". Seg¨²n su padre, C¨¦sar Bunster trabajaba para el Gobierno mexicano cuando lleg¨® a Chile y, m¨¢s tarde, encontr¨® trabajo en la Embajada de Canad¨¢ en Santiago.]

En el cuartel central de investigaciones permanecen detenidos, entre otros, Ricardo Lagos, dirigente socialista moderado; Rafael Maroto, sacerdote y portavoz del ultraizquierdista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); Germ¨¢n Correa, socialista radical, secretario general del Movimiento Democr¨¢tico Popular (MDP), que encabeza el Partido Comunista; Pascual Barraza, un ex ministro comunista del Gobierno de Salvador Allende; Pedro Castillo, m¨¦dico y presidente de la Comisi¨®n Nacional contra la Tortura, y el portavoz del ilegal partido comunista, Patricio Hales.

En la media docena de allanamientos que se han realizado en barriadas obreras, los soldados llegan con listas de personas, cuyas viviendas destrozaron en busca de armas. De los cinco sacerdotes detenidos, s¨®lo dos han sido liberados. Sobre los otros tres, de nacionalidad francesa, pende una amenaza de expulsi¨®n proferida por el subsecretario del Interior, Alberto Cardemil.

Una ciudad ocupada

Santiago es, una vez m¨¢s, una ciudad ocupada por militares, que ante el menor signo de rebeld¨ªa reprimen con violencia. En la escuela de Derecho de la universidad de Chile, j¨®venes que gritaban el caracter¨ªstico "Y va a caer" de la oposici¨®n, fueron disueltos con disparos al aire.Un grupo de 13 partidos de derecha, centro e izquierda moderada emitieron un comunicado conjunto condenando la violencia, mientras que el MDP no se ha pronunciado sobre el atentado. Para el Gobierno, los culpables no s¨®lo son los autores directos de la emboscada, sino tambi¨¦n los pol¨ªticos que han atacado permanentemente al r¨¦gimen.