Jos¨¦ Carrasco, dirigente de los periodistas chilenos, acribillado a balazos por un grupo de civiles
El jefe de la secci¨®n internacional de la revista An¨¢lisis y dirigente del Colegio Metropolitano de Periodistas, Jos¨¦ Carrasco Tapia, fue asesinado el lunes con 10 balazos en la cabeza. Su cuerpo, acribillado y con el rostro irreconocible, fue encontrado en la ma?ana de ayer en las cercan¨ªas del cementerio Parque del Recuerdo, al norte de la capital, y fue trasladado al dep¨®sito de cad¨¢veres, donde pudo ser reconocido por sus huellas digitales.
El periodista, de 44 a?os, fue secuestrado cuando se encontraba en su apartamento, situado en el c¨¦ntrico barrio Bellavista, por un grupo que no se identific¨®, a las cuatro de la madrugada del lunes, diez horas despu¨¦s de la emboscada contra. el general Augusto Pinochet.Los civiles armados, una media docena, derribaron la puerta del apartamento a patadas y, sin dar explicaciones, se llevaron detenido a Carrasco, quien sali¨® vestido s¨®lo con calzoncillos y una camiseta, mientras su esposa y sus tres hijos gritaban. Al salir, el grupo apres¨® tambi¨¦n al portero del edificio donde viv¨ªa Carrasco, quien fue liberado a cuatro calles de distancia, despu¨¦s de haber sido golpeado.
El cuerpo de Carrasco apareci¨® acribillado tres horas despu¨¦s. Aparentemente, lo secuestraron s¨®lo para ejecutarlo. Su rostro estaba irreconocible por las balas y su propia esposa fue incapaz de identificarlo en el dep¨®sito de cad¨¢veres. Carrasco ten¨ªa su rostro cubierto con la camiseta que vest¨ªa, como si estuviera encapuchado, en el momento de ser encontrado.
Seg¨²n inform¨® en la noche del lunes el canal de televisi¨®n de la Universidad, Cat¨®lica, Carrasco fue detenido por la polic¨ªa de investigaciones. Sin embargo, portavoces de ese cuerpo policial y de la Central Nacional de Informaciones (la polic¨ªa secreta del r¨¦gimen) negaron haberlo detenido.
Apenas confirmada la identidad del fallecido, comenz¨® una reuni¨®n de emergencia en el Colegio Nacional de Periodistas. El presidente de esa orden profesional, Ignacio Gonz¨¢lez, declar¨®: "Aspiramos a que ¨¦ste no sea un sacrificio in¨²til, sino que tenga el sentido de estremecer la conciencia de Chile, de llamarnos a todos a luchar incansablemente por la paz. Que nadie m¨¢s muera, pertenezca al bando que pertenezca, o aunque no pertenezca a ning¨²n bando. Tenemos que reaccionar ante la violencia. Todos los periodistas chilenos ,estamos de duelo".
Dirigentes pol¨ªticos y de organizaciones de derechos humanos llegaron a la sede de los periodistas, ubicada a dos calles del palacio presidencial de La Moneda, para repudiar el asesinato. Familiares de Carrasco dijeron que el periodista hab¨ªa recibido varias amenazas de muerte por sus actividades tanto en la revista An¨¢lisis como en el Colegio Metropolitano de Periodistas.
Ex miembro del MIR
Carrasco fue en su juventud militante del extremista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Tras el golpe militar de 1973, fue detenido por los servicios de seguridad y salvajemente torturado. Tras ser liberado por la ley de amnist¨ªa, permaneci¨® seis a?os en el exilio, en Venezuela y M¨¦xico. Retorn¨® en 1983 con permiso legal a Chile y, desde entonces, fue constantemente hostigado por la polic¨ªa y servicios secretos.
Carrasco intent¨® hacer una vida normal. La revista opositora An¨¢lisis, actualmente clausurada por el, estado de sitio, lo contrat¨® como jefe de su secci¨®n de internacional, cargo que desempe?¨® hasta su muerte. En, 1985, fue elegido dirigente del Consejo Metropolitano de periodistas, con el 60% de los votos, formando parte de una lista unitaria de izquierda.
Carrasco, un hombre jovial, de ancha sonrisa, poblados bigotes y gruesos lentes, era llamado Pepe, por sus amigos. Ten¨ªa una h¨¢bil, pluma como redactor. Su ¨²ltimo art¨ªculo fue sobre la situaci¨®n de Centroam¨¦rica.
Decenas de dirigentes izquierdistas se ha escondido para escapar la persecuci¨®n, a la espera de que pase el vendaval desatado por la entrada en vigor del estado de sitio en la madrugada del lunes. Familiares de detenidos relatan que los arrestos son similares: grupos de desconocidos, sin identificacion, entran violentamente a las viviendas y se llevan a los dirigentes.
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