Los pa¨ªses en desarrollo exigen acceso a los mercados mundiales como contrapartida al pago de la deuda

El presidente de Uruguay, Julio Mar¨ªa Sanguinetti, tom¨® ayer la palabra en defensa de los pa¨ªses m¨¢s endeudados del Tercer Mundo, y, en la ceremonia de apertura de la conferencia ministerial de los 92 pa¨ªs contratantes del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles Aduaneros (GATT), exigi¨® el acceso de sus productos a los mercados mundiales como contrapartida a sus pagos por deuda exterior. En los pasillos, EE UU, la CE y Australia negociaban un acuerdo agr¨ªcola, mientras la delegaci¨®n norteamericana propon¨ªa un compromiso en el tema de los servicios.

Como cabeza del pa¨ªs anfitri¨®n, Sanguinetti hizo un llamamiento a las naciones contratantes del GATT para que pongan fin a las pr¨¢cticas proteccionistas que dificultan el comercio mundial y la recuperaci¨®n econ¨®mica, y solicit¨® a las naciones industriales "la concesi¨®n de oportunidades comerciales y financieras a los pa¨ªses deudores, para que puedan hacer frente a sus compromisos de deuda". La vinculaci¨®n entre el comercio mundial, el crecimiento econ¨®mico y el pago de la deuda fue tambi¨¦n. el mensaje central del canciller uruguayo, Enrique Iglesias, verdadero art¨ªfice de que el c¨®nclave del GATT tenga lugar en Punta del Este.En la sesi¨®n inaugural, el representante del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea, Paul Channon, asegur¨® que "el futuro del GATT est¨¢ en entredicho en esta reuni¨®n". Channon tuvo que pronunciar un discurso muy ambiguo, dadas las posiciones enfrentadas entre los doce en el cap¨ªtulo de los subsidios agr¨ªcolas. Con todo, el representante comunitario descart¨® que en Punta del Este se acuerde que la futura ronda del GATT establezca dos procesos de discusiones: uno general, que incluya el cap¨ªtulo agr¨ªcola, y otro referente a "las cuestiones nuevas" (servicios, inversiones, etc¨¦tera).

El representante norteamericano, Clayton Yeutter, insisti¨® por su lado en que la futura ronda del GATT est¨¦ abierta a todos los problemas. En una reuni¨®n privada, el delegado estadounidense de Comercio, M. Baldridge, expuso al secretario de Estado de Comercio espa?ol, Luis de Velasco, la postura norteamericana, especialmente en el cap¨ªtulo de servicios. Yeutter propuso un compromiso para resolver esta espinosa cuesti¨®n, dejando en libertad a los pa¨ªses que quieran negociar los servicios para que lo hagan. Asimismo, advirti¨® a los que no est¨¦n dispuestos que deber¨¢n afrontar las consecuencias en el comercio de bienes.

Los obst¨¢culos

Francia, en la cuesti¨®n de los subsidios agr¨ªcolas, y Brasil, con su rotunda oposici¨®n a que los nuevos temas sean incluidos en las discusiones del GATT, son los dos principales obst¨¢culos que se presentan en la jornada inaugural para la consecuci¨®n de un acuerdo. Pero Francia inici¨® ayer consultas con Washington y Australia para globalizar la cuesti¨®n agr¨ªcola y no limitarla a los subsidios, tal como desea EE UU.

La sesi¨®n protocolaria de ayer estuvo salpicada, como ya sucedi¨® el domingo, por diferentes encuentros entre los grupos de pa¨ªses con intereses afines. En estas discusiones se consigui¨®, por ejemplo, que el grupo mayoritario de los 47, que defiende el proyecto de resoluci¨®n presentado por Suiza y Colombia, se incrementase a 59. Este proyecto recoge b¨¢sicamente la tesis norteamericana de globalizaci¨®n de todas las discusiones, pero su notoria ambig¨¹edad resulta molesta a determinados pa¨ªses, que no ven en ¨¦l recogidas sus posiciones particulares. Tal es el caso de Espa?a, que para retirar sus reservas al proyecto busca ahora un compromiso intercomunitario, concretarnente en el punto de los roll-back.

Brasil se ha, convertido, por su lado, en la cabeza de la oposici¨®n al proyecto mayoritario. Junto con India ha presentado un proyecto de comunicado final que recoge las opiniones de los pa¨ªses en desarrollo m¨¢s ambiciosos o con posiciones pol¨ªticas m¨¢s radicales, tales como Cuba y Nicaragua. El proyecto rechaza la inclusi¨®n en las negociaciones futuras de las cuestiones relativas a los servicios, inversiones, nuevas tecnolog¨ªas, etc¨¦tera. Brasil e India cuentan con el apoyo de 25 pa¨ªses, algunos de los cuales podr¨ªan cambiar de bando ante el compromiso propuesto por EE UU.