La presidenta de Filipinas busca en EE UU un apoyo mas claro de la Casa Blanca
La presidenta de Filipinas, Coraz¨®n Aquino, agobiada por graves problemas internos, inici¨® ayer un viaje oficial de ocho d¨ªas a Estados Unidos en busca de un apoyo pol¨ªtico m¨¢s claro de Washington -con el compromiso personal de Ronald Reagan con el nuevo r¨¦gimen-, de ayuda econ¨®mica y de nuevas inversiones del sector privado norteamericano, Cory Aquino se entrevista hoy en la Casa Blanca con el presidente Reagan, el hombre que, con su decisi¨®n de abandonar a su viejo amigo Ferdinand Marcos, hizo posible que la esposa de Benigno Aquino tomara el poder en Manila, hace s¨®lo siete meses, mediante una revoluci¨®n popular incruenta. "Necesito tiempo, confianza y dinero para reconstruir mi pa¨ªs", es su mensaje.
Cory Aquino mantuvo ayer conversaciones con los dirigentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, a los que explic¨® su intenci¨®n de conseguir mejores condiciones para devolver la deuda externa filipina, que asciende a 26.000 millones de d¨®lares (unos 3,5 billones de pesetas). El nuevo Gobierno filipino no ha conseguido a¨²n un acuerdo con el FMI.Aquino emplear¨¢ gran parte de su estancia en Washington y en Nueva York en entrevistarse con dirigentes de la banca privada estadounidense y del mundo empresarial. A los primeros les solicitar¨¢ tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos sobre la deuda contra¨ªda, su reestructuraci¨®n e incluso aplazamiento de los pagos. Aquino ha afirmado al llegar que cumplir¨¢ con las injustas obligaciones de la deuda, pero que no est¨¢ dispuesta a que esta se coma el 50% de los ingresos de Filipinas por exportaciones. A los segundos les pedir¨¢ que inviertan en su pa¨ªs, algo a lo que se muestran reacios debido a la inestabilidad pol¨ªtica de Filipinas, resaltada por el hecho de que el pa¨ªs no cuenta a¨²n con una Constituci¨®n.
Coraz¨®n Aquino ha llegado a Washington con s¨®lo dos maletas y un reducido s¨¦quito de 15 personas, que contrastan con los 200 bultos que Ferdinand Marcos y su esposa, Imelda, trajeron en su ¨²ltima visita oficial a EE UU. Ma?ana se dirigir¨¢ a una sesi¨®n conjunta del Congreso y luego viajar¨¢ a Boston, donde vivi¨® en el exilio con su marido, y a Nueva York, donde el lunes intervendr¨¢ en la 41? Asamblea General de la ONU.
Cory Aquino, de 53 a?os, tiene una enorme popularidad personal entre los norteamericanos, que siguieron fascinados su toma de poder. Pero durante su visita tendr¨¢ que despejar las dudas a¨²n existentes en los m¨¢s altos escalones de la Administraci¨®n sobre su capacidad para gobernar e impedir que Filipinas, actualmente el pa¨ªs con mayor valor estrat¨¦gico para EE UU, sufra una desestabilizaci¨®n por parte de la guerrilla comunista.
Reagan, que hasta el ¨²ltimo momento insisti¨® en seguir apoyando a Ferdinand Marcos, s¨®lo ha hablado una sola vez por tel¨¦fon¨® con Cory y compens¨® esta llamada con otra realizada al ex dictador. ?ste, desde su exilio norteamericano en Hawai, contin¨²a, a pesar de las d¨¦biles advertencias de Washington, intentando desestabilizar al nuevo r¨¦gimen. El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, que recibi¨® en la noche del lunes a Aquino en Washington con un pa?uelo amarillo, el color simb¨®lico del poder popular filipino, ha expresado, por el contrario, el pleno apoyo al nuevo Gobierno y ya se ha entrevistado en dos ocasiones con la presidenta Aquino.
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