El Parlamento Europeo debe conceder permiso para juzgar a Barral, seg¨²n sus defensores
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 10 de Madrid notific¨® ayer al senador socialista y diputado de? Parlamento Europeo Carlos Barral el auto de conclusi¨®n del sumario que se sigue contra ¨¦l por un presunto delito de injurias al editor Francisco Gracia, supuestamente vertidas en uno de los cap¨ªtulos de su novela Pen¨²ltimos castigos. Los abogados Francese P. Jufresa y Gonzalo Quintero, que defienden al escritor, aseguraron ayer que la Sala Segunda del Tribunal Supremo deber¨¢ pedir al Parlamento Europeo un suplicatorio para juzgar a Barral, dada su condici¨®n de eurodiputado desde el pasado mes de diciembre.
A las 12.30 de ayer, Carlos Barral acudi¨® al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 10 de Madrid donde firm¨® el acta donde se le notific¨® la conclusi¨®n del sumario que se abri¨® contra ¨¦l por supuestas injurias. Este juzgado, que preside el magistrado Carlos Granados, instruye la causa contra el parlamentario por delegaci¨®n de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.Barral fue procesado en noviembre de 1985 por el Tribunal Supremo, por un supuesto delito de injurias al editor Francisco Gracia, quien se sinti¨® aludido en la novela escrita por Barral, en la que habla de un editor con un apellido similar al suyo. El Supremo decret¨® la libertad del escritor pero le impuso una fianza de 50 millones de pesetas para cubrir las responsabilidades civiles que pudieran derivarse de la causa penal.
Los abogados defensores de Carlos Barral han notificado al juez instructor y al Tribunal Supremo en diversas ocasiones la condici¨®n de parlamentario europeo del procesado. A finales del pasado mes de mayo, los letrados remitieron a la Sala Segunda un certificado expedido por el Senado en el que se confirma el cargo pol¨ªtico del escritor. Seg¨²n los letrados Quintero y Jufresa "el Supremo deber¨¢ solicitar un suplicatorio al Parlamento Europeo para seguir con el procedimiento judicial y poder juzgar al eurodiputado". Seg¨²n afirmaron ayer el propio Barral y sus abogados, no les consta que en el Parlamento de Estrasburgo se haya planteado alg¨²n caso similar.
Una absoluci¨®n
?ste es el segundo procedimiento judicial que se sigue: contra el editor y escritor catal¨¢n. Hace doce a?os Carlos Barral fue juzgado en la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencia de Barcelona acusado de un delito de ultrajes a la religi¨®n cat¨®lica y otro de blasfemias, como responsable de una edici¨®n castellana de la obra Los Tarahumara, de Antonin Artaud, publicada en la editorial Enlace.
La obra del escritor y actor franc¨¦s recog¨ªa algunas notas redactadas en sus viajes por M¨¦jico en 1936, cuando march¨® a la b¨²squeda de las tribus tarahumara, y las cartas que escribi¨® desde el manicomio de Ivry donde permaneci¨® durante un largo per¨ªodo y que abandon¨® dos a?os antes de su muerte.
La acci¨®n judicial contra Barral y Los Tarahumara la inici¨® un joven lector, que se sinti¨® escandalizado por alguno de los conceptos vertidos en la obra. El juzgado abri¨® una causa contra Barral y orden¨® el secuestro del libro.
El fiscal pidi¨® para el acusado seis meses de arresto y cuatro a?os de inhabilitaci¨®n como editor, as¨ª como el decomiso y destrucci¨®n de los libros, pero la sala dict¨® el 21 de junio de 1974 una sentencia absolutoria.
En aquella ocasi¨®n, Barral fue defendido por el profesor de derecho procesal Joan Piqu¨¦ Vidal.
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