La Conferencia de Desarme en Europa mantiene parados sus relojes

Las negociaciones sobre aspectos de forma y contenido -a¨²n pendientes de soluci¨®n- para dar nacimiento al llamado documento de Estocolmo continuaban ayer s¨¢bado a ritmo intenso en la Casa de la Cultura de la capital sueca, donde se re¨²ne la Conferencia de Desarme (CDE). Cerca de la medianoche del viernes hubo por primera vez acuerdo un¨¢nime entre las delegaciones de la conferencia para "detener los relojes" a la hora en que deber¨ªan haber concluido sus trabajos de acuerdo con el mandato recibido de la Conferencia de Madrid, en 1982.No obstante, y a pesar de las tensiones derivadas de tener que resolver demasiados detalles bajo la presi¨®n del reloj, en unas negociaciones que comenzaron hace dos a?os y medio, la impresi¨®n generalizada era que, por fin, estaba a punto de alcanzarse la meta deseada.

Hasta el momento, la Conferencia de Estocolmo ha logrado ponerse de acuerdo, tras prolongados regateos y mutuas concesiones de la Alianza Atl¨¢ntica y el Pacto de Varsovia, en dos principios fundamentales en torno a los cuales gira cualquier medida de confianza: la comunicaci¨®n anticipada de las maniobras militares y la posibilidad de que los otros Estados miembros puedan designar observadores sobre el terreno de dichas maniobras, incluidas las a¨¦reas. Estos pasos, sin duda importantes, no cubren, sin embargo, todo el camino. Quedan los detalles de c¨®mo habr¨¢ de realizarse esa verificaci¨®n, que pueden llegar a ser decisivos, pues ellos son la garant¨ªa de la efectividad de cualquier inspecci¨®n.

El otro punto, complementario de los anteriores, es el de los par¨¢metros de la notificaci¨®n y observaci¨®n. Los pa¨ªses del Pacto de Varsovia sostienen que la notificaci¨®n debe hacerse para maniobras en las que intervengan m¨¢s de 16.000 hombres. Para la Alianza Atl¨¢ntica el l¨ªmite debe ser de 9.000. Tras el correspondiente regateo, esas cifras est¨¢n ahora en 14.000 y 10.000, respectivamente. Anoche, subsist¨ªa, pues, todav¨ªa una diferencia de 4.000 hombres entre ambas posiciones. Los pa¨ªses de la OTAN, como la Rep¨²blica Federal de Alemania y Noruega, que tienen fronteras comunes con los del Pacto de Varsovia, son los m¨¢s sensibles a este respecto.