La corta estatura del libro
El IV Sal¨®n Internacional del Libro, Liber 86, que ha abierto sus puertas en Barcelona, adem¨¢s de servir de escaparate de la situaci¨®n que tiene en general el libro en Espa?a, constituye una oportunidad para valorar el esfuerzo de nuestras editoriales en el terreno del libro t¨¦cnico y cient¨ªfico, primado en este certamen. La industria editorial espa?ola se halla en una situaci¨®n prometedora. Actualmente es la quinta potencia mundial en producci¨®n de t¨ªtulos y la cuarta en cifras absolutas de exportaci¨®n.Esta situaci¨®n no permite, sin embargo, ning¨²n optimismo desmesurado. Las cifras respecto al n¨²mero de t¨ªtulos no se corresponden con las de ejemplares editados. Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas disponibles, el 33,5% de los espa?oles no lee nunca un libro, y el 91,7 no acude jam¨¢s a una biblioteca. Las cifras de no lectores est¨¢n directamente relacionadas con otros factores sociales, en los que las diferencias por territorio son notables: mientras en Catalu?a un 18,3% de personas no lee nunca, en Extremadura, Galicia y Andaluc¨ªa ese porcentaje alcanza el 53,5%, 52,1% y 50,7%, respectivamente.
Los poderes p¨²blicos deben reflexionar sobre un tipo de ense?anza que no s¨®lo provoca aversi¨®n a la lectura, sino que adem¨¢s permite que en Espa?a haya, seg¨²n un informe del propio Ministerio de Educaci¨®n, un 38% de analfabetos funcionales. Las nuevas tecnolog¨ªas pueden paliar en parte algunos de los problemas del sector librero, al abaratar notablemente los costes de producci¨®n, pero dif¨ªcilmente sustituir¨¢n a la escuela en la funci¨®n de ser acicate para la lectura.
En el terreno del libro t¨¦cnico y cient¨ªfico las estad¨ªsticas son igualmente reveladoras: en la d¨¦cada de los setenta, que en desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico puede ser considerada prodigiosa, las tiradas medias y el n¨²mero de t¨ªtulos de este tipo de libros han disminuido dr¨¢sticamente en Espa?a. Los editores achacan ese descenso a la permisividad con la que se pueden realizar y comercializar fotocopias en Espa?a, operaci¨®n carente de una legislaci¨®n adecuada que impida una generalizaci¨®n del fraude. La ley reguladora, promulgada hace m¨¢s de 100 a?os, es manifiestamente in¨²til.
El sector editorial tiene tambi¨¦n otros problemas, al margen de los derivados de la situaci¨®n de crisis internacional, que inciden negativamente en el panorama y que necesitan de revisi¨®n urgente: desde la inexistencia de un sistema de referencias eficaz que permita al lector potencial saber si un libro existe"-el actual anuario, hasta fecha reciente en manos del Ministerio de Cultura, es de 1984, no est¨¢ mecanizado y contiene, seg¨²n las estimaciones m¨¢s optimistas, un 15% de errores-, hasta una red de distribuci¨®n calificada como irracional por casi todos los medios del sector librero, pasando por acumulaciones de producci¨®n en oto?o y primavera que ocasionan disfunciones en el normal desarrollo empresarial. Al fondo, tambi¨¦n como v¨ªctimas, quedan los autores y lectores, dos extremos de esta cadena cultural de los que el Gobierno s¨®lo ha parecido acordarse a la hora de aplicar el impuesto sobre el valor a?adido.
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