Un insecticida prohibido en las marismas andaluzas causo el desastre de Do?ana
El envenenamiento de aves en las proximidades del parque nacional de Do?ana, que ha causado la muerte a m¨¢s de 25.000 patos y otros animales, tuvo su origen en la ingesti¨®n de un insecticida, seg¨²n los primeros, informes oficiales. El producto, cuya comercializaci¨®n est¨¢ autorizada, aunque la Junta no ha permitido su uso en las marismas andaluzas, "pudo utilizarse para eliminar cangrejos que estropean las cosechas de arroz", dijo ayer Tom¨¢s Azc¨¢rate, director de la Agencia del Medio Ambiente Auton¨®mica (AMA).
El Gobierno regional ha recomendado a la poblaci¨®n que se abstenga de comprar o consumir an¨¢tidas, por tener sospechas de que cazadores furtivos y traficantes clandestinos est¨¢n comercializando los patos envenenados.La Junta de Andaluc¨ªa inform¨® ayer, con car¨¢cter oficial, sobre el desastre ecol¨®gico ocurrido en las zonas colindantes al parque nacional de Do?ana, donde, desde el pasado d¨ªa 5 de agosto, est¨¢n muriendo millares de aves. Una nota difundida por las consejer¨ªas de Agricultura y de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa y por la AMA se?ala que estos organismos han realizado investigaciones coordinadas "desde mediados de este mes" para descubrir las causas, qu¨¦ han producido la mortandad. La nota explica que el envenenamiento masivo se debi¨® a la ingesti¨®n de una sustancia, el Metil-Parati¨®n, organofosforado prohibido en toda la comunidad aut¨®noma. Seg¨²n el comunicado institucional, as¨ª se desprende del primer informe remitido por el Laboratorio Nacional Agrario y el Centro, Nacional de Toxicolog¨ªa de Majadahonda (Madrid).
Mientras ayer por la ma?ana se suced¨ªan los comunicados oficiales, miembros de la Agencia del Medio Ambiente, de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Blanc -propietaria de una de las zonas m¨¢s afectadas por el siniestro ecol¨®gico, el Lucio del Cangrejo- se afanaban en recoger los cad¨¢veres de animales que siguen muriendo como consecuencia del envenenamiento. Se trata, en su mayor parte, de patos, pero tambi¨¦n han muerto garzas, chorlitejos y esp¨¢tulas, adem¨¢s de otras especies protegidas, como flamencos. Los cad¨¢veres son amontonados e incinerados para evitar la propagaci¨®n del envenenamiento.
El Servicio de Protecci¨®n de Vegetales, responsable del tratamiento de plagas en las marismas del Guadalquivir, asegura no tener constancia de que los arroceros hayan empleado el insecticida Metil-Parati¨®n. El jefe de este servicio, Juan Ignacio Caballero, manifest¨® que durante el verano ha existido "un control estricto" de las fumigaciones en las dos campa?as oficiales llevadas a cabo en la zona arrocera. Sin embargo, Caballero signific¨® que los arroceros pueden hacer fumigaciones particulares, "sobre las que no tenemos un control". A?adi¨®, por otra parte, que "hasta el d¨ªa 19 de septiembre" no se le comunic¨® oficialmente la muerte masiva de aves. Bi¨®logos del Instituto Nacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona) han asegurado que informaron verbalmente del siniestro a primeros del mes de agosto, y por escrito el d¨ªa 23 de septiembre. Seg¨²n indic¨® el conservador accidental de Do?ana Juan Manuel de Benito, el s¨¢bado ¨²ltimo segu¨ªan sin tener respuesta.
Oficialmente, las sospechas sobre la autor¨ªa del envenenamiento se centran en personas que, bien de manera individual o colectiva, han fumigado o vertido en las marismas el producto contaminante. Los arroceros niegan cualquier responsabilidad en el asunto.
El PCE pidi¨® la dimisi¨®n de los responsables de Do?ana, entre ellos Alfonso Guerra, presidente del patronato, a quien acusa de haber "ordenado ocultar las pruebas del desastre".
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