Militares uruguayos presionan para lograr la amnist¨ªa
Un grupo de 19 generales retirados que ejercieron su mando durante la dictadura uruguaya (1975-1985) advirti¨® ayer en un comunicado p¨²blico que cualquier acci¨®n contra oficiales acusados de violaciones de los derechos humanos debilitar¨¢ al Ej¨¦rcito y abrir¨¢ la puerta a una nueva ola de actividad terrorista en el pa¨ªs. El comunicado fue seguido, pocas horas despu¨¦s, por un manifiesto conjunto de los centros sociales de los tres ej¨¦rcitos, m¨¢s la organizaci¨®n de pasivos, retirados de las fuerzas armadas, que manifest¨® su apoyo solidario "a los camaradas que sean injustamente atacados".Ambos comunicados demostraron la intranquilidad militar por la discusi¨®n de la ley de amnist¨ªa para los represores del Gobierno de facto y denunciaron una "campa?a de desprestigio" contra las fuerzas armadas.
La presi¨®n militar se ha incrementado sorpresivamente cuando falta poco m¨¢s de una semana para que el Senado se pronuncie, el 12 de octubre, sobre el proyecto de amnist¨ªa.
Un primer proyecto, que establec¨ªa una amnist¨ªa total, Presentado por el presidente, Julio Mar¨ªa Sanguinetti, fue rechazado en el Parlamento. El principal partido de la oposici¨®n, el Nacional (llamado tambi¨¦n Blanco), present¨® un proyecto alternativo que deja fuera de la amnist¨ªa a aquellos militares y polic¨ªas que hayan cometido asesinatos, lesiones graves o abusos sexuales con los detenidos pol¨ªticos despu¨¦s de 1973.
La amnist¨ªa en este caso no es general, y se compromete al Tribunal Supremo a juzgar todas aquellas denuncias ?que ya estuvieran presentadas ante la justicia civil. Seg¨²n versiones de la Prensa, tales denuncias no superan las 38, entre las que se incluyen algunas tan importantes como la del asesinato en Buenos Aires de los parlamentarios Zelmar Michelini y H¨¦ctor Guti¨¦rrez, caso que sin duda involucrar¨¢ a numerosos militares.
Para el Frente Amplio, que no present¨® ning¨²n proyecto, esas denuncias pueden llegar a triplicarse si es aprobado un mecanismo legal que ofrezca garant¨ªas de seriedad. En cuanto a las fuerzas armadas, han pasado de una presi¨®n secreta a una toma de posici¨®n p¨²blica y sorpresiva.
Dentro de los militares existen tres posiciones que, pese a coincidir en el fondo, difieren en los mecanismos de aplicaci¨®n.
Un primer grupo est¨¢ formado por los legalistas, oficiales en actividad que deber¨¢n asumir puestos claves en el futuro. Para ellos, lo m¨¢s importante es el orden interno. El segundo grupo es el de los nost¨¢lgicos, autores de la tesis de que "todos somos responsables o ninguno es responsable", e incluye a los jerarcas castrenses m¨¢s comprometidos con las violaciones de los derechos humanos, que buscan desesperadamente un definitivo y total olvido.
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