La segunda unidad del Atl¨¦tico arrasa al Elche
Sorloth, con dos tantos, lidera la goleada de los rojiblancos en un partido en el que los suplentes conformaron un conjunto s¨®lido y contundente que les mete en los cuartos de la Copa
Enrachado y subido en la cresta de una ola ganadora que contabiliza ya 15 victorias consecutivas, el Atl¨¦tico se deshizo del Elche con un ejercicio quir¨²rgico y pleno de oficio en el que Sorloth fue el primer ejecutor del atrevido equipo de Eder Sarabia. Luego, Riquelme y Juli¨¢n Alvarez completar¨ªan una goleada reconfortante por la contundencia y la fiabilidad que mostr¨® un conjunto plagado de suplentes. No flaquearon los rojiblancos ni con un once en el que solo Le Normand y Gallagher pertenec¨ªan a la casta de los titulares ni tampoco la vuelta al sistema de tres centrales. Para satisfacci¨®n de su entrenador fueron un equipo compacto para convertir la posesi¨®n del Elche en fuegos de artificio y un martillo pil¨®n en cada concesi¨®n defensiva de su rival.
Gan¨® el Atl¨¦tico hasta con cierta comodidad en un escenario y ante un rival que no eran sencillos. El Elche se presentaba envalentonado por su segunda posici¨®n en la Liga Hypermotion y una hinchada revitalizada que llen¨® el Mart¨ªnez Valero. Se esperaba una salida chisposa del Elche guiada por la fina zurda de Nico Fern¨¢ndez, su mejor jugador, y as¨ª fue. Se plant¨® en campo contrario y asumi¨® convencido el gobierno del partido desde el bal¨®n. No le import¨® conced¨¦rselo al Atl¨¦tico, muy seguro de poder tapar todas las v¨ªas. Se top¨® el Elche con un muro. La l¨ªnea de cuatro por delante de la defensa de cinco fue una roca. Imposible llegar a Mendoza, el joven talento local. La solidez la comand¨® un activo Gallagher, que form¨® junt¨® a Koke el eje del centro del campo. M¨¢s c¨®modo que cuando juega a la izquierda, el ingl¨¦s intercept¨® los primeros intentos del Elche de hacer da?o por dentro.
Gallagher fue el que pronto empez¨® a domar al conjunto ilicitano y Sorloth a sentenciarlo. Al noruego le cay¨® un centro de Marcos Llorente y despu¨¦s de amortiguarlo con la rodilla sacudi¨® un potente derechazo. A la primera que el Atl¨¦tico se asom¨® amenazante golpe¨® con rotundidad. No se hab¨ªan alcanzado los diez primeros minutos y el Atl¨¦tico ya marcaba tambi¨¦n las diferencias en el marcador. En realidad, la distancia de nivel y de categor¨ªas marc¨® el duelo. El Elche quiso ser tan dominador como lo es en la Segunda Divisi¨®n y se apreci¨® que no le daba para hacer da?o a ese Atl¨¦tico de l¨ªneas juntas, firme y gremial.
Bien armado por Koke en la circulaci¨®n de la pelota y con Riquelme y Lino mezclando bien por la izquierda, la osad¨ªa de jugar con la l¨ªnea tan adelantada convert¨ªa cada avance del Atl¨¦tico en un mano a mano en velocidad y anticipaba otro golpe letal. Lo ejecut¨® Azpilicueta, que rompi¨® l¨ªnea con un pase al hueco a Lino. El brasile?o se midi¨® a Bambo y cuando pis¨® ¨¢rea recort¨® con la espuela. El robusto central barri¨® la pierna de apoyo de Lino. Sorloth revent¨® la red con un zurdazo centrado. En menos de media hora el Atl¨¦tico ya hab¨ªa solventado una eliminatoria que no se presentaba sencilla.
Sorprendi¨® que Simeone dejara en el banco a Sorloth, despu¨¦s de sus dos goles, para meter a Nahuel Molina. El noruego tiene que digerir su suplencia y anoche tambi¨¦n ser reemplazado tras cumplir con creces con el rol para el que fue fichado, que no es otro que hacer goles. Con dos goles de ventaja y la expulsi¨®n de Nico Hern¨¢ndez, el duelo ya cobr¨® tintes de entrenamiento exigente para el Atl¨¦tico. Riquelme se reivindic¨® con un derechazo lejano que clav¨® en la escuadra y a Juli¨¢n Alvarez, en el rato que jug¨® le dio tiempo a confirmar que se le caen los goles de los bolsillos.
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