Reikiavik, el espect¨¢culo m¨¢s caro del mundo
Especuladores e intermediarios explotan la 'cumbre' Reagan-Gorbachov
PERU EGURBIDE ENVIADO ESPECIAL, La cumbre que celebrar¨¢n el pr¨®ximo fin de semana en Reikiavik el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, lleva camino de convertirse en el espect¨¢culo m¨¢s caro del mundo, aunque nadie pueda garantizar que los dos protagonistas estar¨¢n a la altura de las circunstancias.
La idea de organizar la cumbre en un marco remoto y limitado -una isla de superficie aproximadamente igual a la sexta parte de Espa?a, con poco m¨¢s de 230.000 habitantes y muy pocas comodidades que ofrecer a los visitantes- responde, oficiosamente, al deseo de evitar la afluencia de informadores. Pero el resultado est¨¢ siendo bien distinto. "En Estados Unidos casi nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar de Islandia hasta ahora. Reikiavik es la novedad y quieren seguir esta cumbre m¨¢s periodistas que nunca", ha comentado una fuente diplom¨¢tica norteamericana.
Esa misma ignorancia no contribuye a hacer transparente el mercado inmobiliario, naturalmente envuelto en las brumas del Artico, que los especuladores han montado con premura sobre este pedazo de tierra y lava. Las reservas se hacen por tel¨¦fono desde miles de kil¨®metros de distancia y nadie tiene ni idea de qu¨¦ ni en qu¨¦ contexto compra.
Hoteles requisados
Ello permite a los intermediarios que trabajan en la oferta hablar de cifras impensables, que en muchos casos se pagan. Las consecuencias son desoladoras, porque las oportunidades que acaban pareciendo razonables -y tambi¨¦n se encuentran- no resisten la comparaci¨®n con ninguna otra situaci¨®n conocida.
Caer hoy con buen pie en Reikiavik puede ser entrar en un apartamento cuyo inquilino habitual acaba de salir por la puerta sin tiempo de que se enfr¨ªe la cama ni de apagar la ¨²ltima colilla. Y esto al precio de un excelente hotel en cualquier capital europea o incluso norteamericana.
Los intermediarios advierten que el alquiler no incluye servicio de limpieza, pero rara vez avisan de que el apartamento tampoco se hab¨ªa limpiado en las ¨²ltimas semanas. En circunstancias normales, los precios de los art¨ªculos que m¨¢s consume un visitante -hoteles, taxis, restaurantes son en Islandia entre cuatro y cinco veces superiores a los de Espa?a.
Operando sobre esa base, los intermediarios islandeses se est¨¢n convirtiendo en maestros de enunciar con naturalidad guarismos superrealistas. Uno de ellos ofrec¨ªa la semana pasada en 200 d¨®lares por noche (unas 27.000 pesetas) una habitaci¨®n de hotel que en otras circunstancias habr¨ªa costado tan s¨®lo 3.000 coronas islandesas (unas 10.500 pesetas).
Hay que decir que esta oferta no era del todo mala, porque la situaci¨®n ha empeorado dram¨¢ticamente en las ¨²ltimas horas: el s¨¢bado, haciendo uso de los poderes especiales que en atenci¨®n a la cumbre le ha Concedido el Althing (Parlamento de 60 miembros, dividido en dos C¨¢maras), el primer ministro de Islandia, Steingrimur Hermannsson, requis¨® el uso de los cuatro hoteles principales que tiene la capital -sobre un total de nueve grandes y medianos- para atender los compromisos del Kremlim y la Casa Blanca.
Varios centenares de clientes que ten¨ªan confirmadas e incluso abonadas sus reservas hasta el pr¨®ximo d¨ªa 13 fueron informados el domingo de que el martes por la ma?ana se quedan en la calle sin que nadie responda de su suerte.
Camarotes a 35.000 pesetas
Los efectos de la medida fueron inmediatos: Fred OIsen, un importante naviero noruego trajo un paquebote al puerto de Reikiavik por encargo del Gobierno, el cual ofrece camarotes dobles al precio de 10. 000 coronas la noche (unas 35.000 pesetas).
Otra oferta a¨²n m¨¢s extravagante era la que hac¨ªa en la noche del domingo la propietaria de una pensi¨®n del centro de Reikiavik, que como est¨¢ siendo habitual dec¨ªa hablar por cuenta de una conocida: "Un apartamento y un coche al precio global de 20.000 coronas diarias" (unas 70.000 pesetas). Como muchos otros intermediarios en estos negocios, la patrona, probablemente, s¨®lo se representaba a s¨ª misma.
Los coches particulares se hab¨ªan mantenido hasta ahora al margen de este mercado enloquecido.- Pero la vasta extensi¨®n de la ciudad -de s¨®lo 100.000 habitantes, aunque construida muy irregularmente y con alturas bajas-, unida a la escasez de transportes individuales, les est¨¢ metiendo en la marea. Los particulares no pueden alquilar legalmente sus coches en Islandia, pero las empresas que se dedican a ese negocio ten¨ªan comprometidos desde el pasado domingo todos sus veh¨ªculos. En consecuencia, los propietarios de taxis han subido sus tarifas de alquiler con conductor por 24 horas completas a 15.000 coronas (unas 52.500 pesetas). Incluso a ese precio los taxistas aseguran que son pocos los que siguen disponibles para trabajar por carreras y que su escasez se har¨¢ notar a medida que se aproxime el fin de semana.
Al extranjero siempre le cabe la duda de que, como ocurre a menudo cuando se cuelga demasiado pronto el cartel de no hay billetes, acaben sobrando plazas. Los islandeses no parecen dudar, en cambio, de qui¨¦n es responsable de este estado de cosas: "Primero vinieron los ingleses de la BBC", dec¨ªa ayer la propietaria de una pensi¨®n que est¨¢ completa desde hace d¨ªas, "y ofrecieron millones. Luego vinieron las televisiones americanas y ofrecieron todav¨ªa m¨¢s. A ver si pasa todo esto y las cosas se normalizan".
Sin embargo, la voluntad de los islandeses de sacar partido a este acontecimiento es evidente. Unos grandes almacenes del centro de la capital han decorado sus escaparates con camisetas conmemorativas de la cumbre, expuestas en nianiqu¨ªes con la cara de Reagan o Gorbachov. Las camisetas, que llevan estampados los rostros de los l¨ªderes, se ofrecen al precio de 25 d¨®lares (unas 3.500 pesetas).
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