Mosc¨² estima que un acuerdo sobre euomisiles seria base suficiente para celebrar una nueva reuni¨®n
La URSS considera que un acuerdo de principio sobre euromisiles y el compromiso de Estados Unidos de seguir respetando el tratado SALT II ser¨ªan suficientes para que el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, celebren una "genuina cumbre" en Washington el pr¨®ximo mes de diciembre. As¨ª lo manifest¨® ayer Georgi Arbatov, director del Instituto de EE UU de la Academia de Ciencias de la URSS, poco despu¨¦s de que los dirigentes de las dos superpotencias iniciaran sus reuniones en Reikiavik.
Tanto Arbatov como Eugeni Belichov, vicepresidente de la citada academia sovi¨¦tica, afirmaron, por otra parte, que el anuncio hecho el viernes de que Reagan recomendar¨¢ al Congreso la ratificaci¨®n de dos tratados sobre limitaci¨®n de pruebas nucleares "es una simple nianiobra para desviar la atenci¨®n de la verdadera cuesti¨®n, que es la prohibici¨®n total de las pruebas, nucleares". Tambi¨¦n dijeron que Estados Unidos manipula un problema, en su opini¨®n, "falso", como es el de la verificaci¨®n del cumplimiento de estos acuerdos para poder seguir realizando unos experimentos sin los cuiales el desarrollo de nuevas armas relacionadas con la guerra de las galaxias no ser¨ªa viable.El primero de los tratados, denominado Treshold Test Ban Treaty, que proh¨ªbe la realizaci¨®n de pruebas nucleares subterr¨¢neas de una potencia superior a los 150 kilotones, fue firmado por Richard Nixon y Leonid Breznev en 1974, cuando el presidente norteamericano recorr¨ªa la cuesta del Watergate. La URSS lo acept¨® como concesi¨®n, rebajando su pretensi¨®n inicial de acordar una prohibici¨®n total de las pruebas y admitiendo el argumento norteamericano de que las explosiones de menos de 150 kilotones no eran verificables. El segundo tratado, denominado Peaceful Nuclear Explosions, fue firmado por Gerald Ford y Breznev en 1976 y extiende a las investigaciones nucleares para usos pac¨ªficos las limitaciones acordadas en 1976.
Ninguno de estos compromisos alcanzados fueron propuestos para su ratificaci¨®n al Congreso, en el que la crisis presidencial norteamericana hab¨ªa fortalecido a tos oponentes del control de armamentos. Desde la llegada al poder de Ronald Reagan, en 1980, no se hab¨ªa vuelto a hablar de someterlos a debate.
"Si Estados Unidos quiere ratificarlos ahora, es un asunto que s¨®lo les interesa a ellos, ya que, en la pr¨¢ctica, las dos partes observamos esos tratados", dijo Arbatov.
Refiri¨¦ndose al mismo tema, Eugeni Belichov afirm¨®: "Tenemos la impresi¨®n de que la Administraci¨®n [de EE UU] no tiene ning¨²n inter¨¦s en llegar a un compromiso sobre aut¨¦nticos procedimientos de verificaci¨®n. Ello nos preocupa porque esa resistencia refleja un deseo de que no existan obst¨¢culos para el desarrollo de nuevas armas de destrucci¨®n masiva, como es el l¨¢ser de rayos X". Este l¨¢ser derivado de la energ¨ªa de una explosi¨®n nuclear es el arma con m¨¢s probabilidades de ¨¦xito en el conjunto de las que se investigan al amparo de la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica norteamericana.
El vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS se?al¨® tambi¨¦n que "se ha demostrado cient¨ªfic¨¢rnente que cualquier explosi¨®n nuclear, grande o peque?a, puede ser detectada hoy d¨ªa desde una distancia de 1.000 kil¨®metros" y, en apoyo de la tesis sovi¨¦tica de que la simple limitaci¨®n de las pruebas no detiene la carrera de armamentos, afirm¨® que "el 70% de las armas; del arsenal nuclear norteamericano llevan cabezas o bombas de: menos de 150 kilotones". Tambi¨¦n record¨® varias veces que su pa¨ªs est¨¢ dispuesto a negociar inspecciones sobre el terreno.
Belichov insisti¨® en que las armas nucleares actuales est¨¢n hechas de materiales muy duraderos, de manera que no es precise, probarlas para ver si est¨¢n en condiciones, e indic¨® que, en consecuencia, la moratoria sovi¨¦tica sobre la realizaci¨®n de pruebas podr¨ªa durar indefinidamente sin menoscabo de los arsenales que actualmente tiene la URSS.
Arbatov se?al¨® con iron¨ªa que, hasta el momento, el ¨²nico resultado de la reuni¨®n de Reikiavik es que "Reagan ha convencido al Congreso para que aumente el presupuesto de armamentos". "Espero que el presidente haya dicho la verdad: que aqu¨ª se va a tratar del control de armamentos, de su reducci¨®n y del cese de las pruebas nucleares", concluy¨®.
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