Tertulia

"Aqu¨ª el humor es el medio natural de comunicaci¨®n social". "Aqu¨ª", no se precipiten, era Estados Unidos, seg¨²n Marvin Harris. Frente a otras afirmaciones elogiosas sobre Norteam¨¦rica que no comparto, ¨¦sta me parece, sin embargo, atinada. Los escritores, los presentadores del telediario, los profesores de ense?anza media y las enfermeras, usan la iron¨ªa sobre los dem¨¢s y sobre s¨ª mismos para transportar opiniones o vitaminas. No se desarticula por ello el transporte, ni el destinatario, ni tampoco la salud de los hospitalizados. Aqu¨ª, es decir aqu¨ª, por el contrario nada despierta m¨¢s odio que la suposici¨®n de no parecer serio o no ser tomado en serio. Decir que algo se hace seriamente incluye la idea del primor y del rigor, de la honestidad y la responsabilidad, de la continuidad y el esfuerzo. Es decir, lo incluye todo. Noviazgos serios, compradores serios, servicios serios. Dios y su teolog¨ªa, el maestro y su lecci¨®n, la tertulia y sus voces, todo debe ser serio a menos que se quiera correr el riesgo de sufrir un grado de deterioro en la moral o en la econom¨ªa. Se suele vivir esto en el ambiente con tanto ah¨ªnco que no ha de extra?ar que le toque a uno mismo ser cogido entre sus mand¨ªbulas. Yo no propuse a Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano para recibir un premio con broma y que, por efecto de la seriedad ambiental, el coraz¨®n del candidato traduce en una intenci¨®n de menoscabo. Pero tampoco mi asombro es ¨²nico en casos como ¨¦ste en que el aire de una iron¨ªa se convierte en un siroco. As¨ª como es posible medir el alcance de una palabra seria y otra palabra seria, de modo que su longitud se corresponde palmo a palmo con la fon¨¦tica, con el humor es dif¨ªcil saber d¨®nde acaba el rumor de sus orillas. De ah¨ª que, como han venido diciendo las madres m¨¢s prudentes, suele ser beneficioso no salir de noche, no frecuentar conversaciones que cruzan el sentido com¨²n y no tratar de violentar el curso natural de las cosas. En la tertulia de El Alabardero no se hace caso a las madres prudentes. No hay seriedad, eso es cierto. Pero tampoco hay infamia.