Paro juvenil y econom¨ªa sumergida
En el mundo occidental ha ido creciendo una general actitud p¨²blica de mitificaci¨®n de lo juvenil en la que tiene especial relevancia el modo externo de significar lo joven (aspecto, vestido, lenguaje, din¨¢mica corporal, relaci¨®n interpersonal, h¨¢bitos, etc¨¦tera).Estamos, por tanto, ante una poblaci¨®n mitificada y pasiva. Por otra parte, los ¨ªndices de paro son especialmente altos en este contingente. En 1985, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, el 565/0 de los j¨®venes con edades comprendidas entre los 16 a 19 a?os buscaba trabajo, as¨ª como el 54,4%-de los correspondientes a edades entre 20 a 24 a?os. Y mientras en 1975, en Espa?a, la tasa de paro en j¨®venes; de 15 a 24 a?os, de uno y otro sexo, era de 276.000; en el primer trimestre de 1986, esta cifra se, elevaba a m¨¢s de un mill¨®n y medio (en 1985, el paro para las edades de 15 a 65 a?os asciende al 21,7% de su poblaci¨®n activa en el caso del sexo masculino y al 25,9% de la poblaci¨®n activa para el femenino). Y el paro, en nuestra sociedad, significa falta de poder econ¨®mico y, por tanto, falta de poder personal y social.
Nos encontramos, por tanto, ante ,una enorme poblaci¨®n con p¨²blicas instigaciones generalizadas al consumismo, sin poder p¨²blico, empobrecida, con escasas posibilidades de independizaci¨®n y autorrealizaci¨®n, de baja escolaridad y marcada subculturizaci¨®n. Y en la que la presencia del paro tiene su m¨¢xima cuantificaci¨®n.
ECONOM?A SUMERGIDA
Con independencia de los ofrecimientos, m¨¢s o menos velados, para la pr¨¢ctica de la prostituci¨®n (modelos, fotogr¨¢ficos, azafatas, monitores, sirvientes, camareras, masajistas, bailarines/as, artistas, acompa?antes), que no se han recogido en este trabajo, as¨ª como tampoco la venta de droga ni la colaboraci¨®n en ciertos trabajos excepcionales (animador infantil, videntes, quirom¨¢nticos, m¨¦diums, religiosos misioneros, naturistas de comunas, curanderos por la fe, jugadores callejeros, socios para timos, etc¨¦tera), los trabajos ofertados m¨¢s numerosos pueden clasificarse en dos grandes grupos.
1. Trabajos de actividad artesanal,especialmente domiciliarios, desarrollados por intermediarios industriales, evasores de impuestos (la aplicaci¨®n del IVA ha supuesto una nueva reorganizaci¨®n de esta actividad), de especial presencia en ¨¢reas rurales o semirrurales, en relativa proximidad a sectores industriales, que abonan un tanto fijo por obra entregada, luego de: suministrar la totalidad de la materia prima y, en ocasiones, la maquinaria, elemental precisa. Un 40%'de ¨¦stos trabajadores son j¨®venes menores de 25 a?os, especialmente mujeres (con frecuencia, de menos de 16 a?os). El resto, son adultos, pensionistas, amas de casa, etc¨¦tera.
Entre estos trabajos se encuentran los de confecci¨®n, zapater¨ªa, jugueter¨ªa, montajes el¨¦ctricos, artesan¨ªa, acolchadores de tejidos, marroquiner¨ªa, flores artificiales, pintura, repujado, moldeados, grabado, empaquetado, bisuter¨ªa, pelucas, trabajos mecanografiados, alfombras, punto, tapicer¨ªa, etc¨¦tera.
Este tipo de trabajo, por el hecho de efectuarse en el domicilio de los trabajadores, es de car¨¢cter comunal, familiar, con cierto car¨¢cter cooperativo. Salvo los bajos rendimientos econ¨®micos, estas actividades no suelen originar da?os psicol¨®gicos, dado que la estructura psicodin¨¢mica del grupo familiar es un elemento higienizador mental, especialmente en las ¨¢reas rurales peque?as, con nulas posibilidades laborales para los j¨®venes y con niveles de vida-precios-necesidades muy bajos.
2. Trabajos de ventas. A pesar de la gran confusi¨®n para sus identificaciones, estos trabajos pueden subdividirse en dos grandes grupos:
a) Trabajos callejeros y subarriendo de servicios.- mensajeros, repartidores, embuchadores, publicidad en calle, vendedores de loter¨ªa y rifas, m¨²sicos,cuidadores de ancianos, sirvientes por horas, etc¨¦tera.
Para optar a estos trabajos no es extrafla la exigencia de una fianza, o la posesi¨®n de veh¨ªculo propio, o poseer cierto fisico (como ser o aparentar ser minusv¨¢lido).
b) Trabajos de ventas a comisi¨®n. Para ser desarrollados en los domicilios, ¨¢reas de encuentro preparadas o en la calle.
Aproximadamente un 75% de estas actividades es desarrollado por j¨®venes. menores de 25 a?os (el resto mayoritario son mujeres de edad media o amas de casa).
Entre los trabajos ofrecidos se encuentran las ventas de toda clase de objetos y servicios, comolibros, ropas y, complementos, discos, objetos de mercer¨ªa o droguer¨ªa, material de oficina y ordenadores, pel¨ªculas ¨¢e v¨ªdeo, productos diet¨¦ticos, objetos de regalo, productos del autom¨®vil, revistas profesionales, alimentos (con o sin transporte, incluido por parte del vendedor, al cual se le puede vender una furgoneta como base de cesi¨®n de una exclusiva regional de venta) que van desde embutidos hasta productos de reposter¨ªa, grasas, vinos, frutas y verduras; alimentos naturistas, bisuter¨ªa-joyer¨ªa, pisos, viajes, calzado sanitario, maquinaria agr¨ªcola o electrodom¨¦sticos. Y venta de servicios, como seguros, inversiones, viajes, seguridad, cursos (para madres, peluqueras, ordenador, idiomas), tratamientos de agua, mutuas sanitarias, pensiones de retiro para amas de casa-aut¨®nomos-inv¨¢lidos, abono-pensi¨®n, promociones por tel¨¦fono, etc¨¦tera.
El desarrollo.de un trabajo en las condiciones indicadas, en una gran parte de la poblaci¨®n juvenil que lo efect¨²a -como ¨²nica posibilidad-, supone, en un alto porcentaje, un gran da?o psicol¨®gico. El paro se cambia, en estos casos, por una permanente frustraci¨®n, surgiendo un condicionamiento adverso a todas las referencias de la actividad laboral.
EL 'GRUPO CR?TICO'
Se presentan en este grupo los perfiles psicosociales de un conjunto de j¨®venes parados (grupo cr¨ªtico). que nunca han trabajado en empleos estables ni formativos, con edades comprendidas, entre los 16 a 25 a?os, de uno y otro sexo, perteneciente a medios urbanos y rurales de escasas posibilidades econ¨®micas y culturales, en los que la ¨²nica posibilidad de obtener alg¨²n beneficio econ¨®mico consiste en el desarrollo de trabajos de la econom¨ªa sumergida.
Dentro de una poblaci¨®n general de parados j¨®venes -que en mayo de 1986 arrojaba un saldo pr¨®ximo al mill¨®n y medio, seg¨²n la evoluci¨®n de empleo y la aparici¨®n anual de nuevos contingentes juveniles que pretenden incorporarse al mercado de trabajo-, existe en la actualidad un contingente de m¨¢s de un mill¨®n que nunca podr¨¢ encontrar trabajo estable y convenientemente remunerado. A pesar de que un 25,5% de los espa?oles de hoy corresponde a las edades de 10 a 25 a?os, es decir, supone el tramo poblacion¨¢l m¨¢s fuertemente poblado, que amenaza con volcar nuevos contingentes a los mercados de trabajo, de forma creciente al menos h¨¢sta finales de siglo (en que se producir¨¢ un descenso de esta poblaci¨®n en la pir¨¢mide demogr¨¢fica).
Los mayores ¨ªndices de paro se encuentran en Andaluc¨ªa, Extremadura, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Madrid.
Hemos denominado grupo cr¨ªtico (en situaci¨®n de crisis) a un contingerite juvenil situado entre 16 a 25 a?os, de uno y otro sexo, aun cuando con predominio femenino (el 56,5%), de especiales condicionamientos psicosociales, sin cualificaci¨®n profesional, en permanente estado de paro, sin medios econ¨®rnicos, miembros de familias deprivadas, que pretenden y buscan un trabajo rentable (aun m¨ªnimamente rentable) y que pasan la experiencia del trabajo sumergido -experiencia destructora- corno un intento deliberaci¨®n personal. Este, contingente; diricil de cuantificar, pero, muy superior a los 100.000 sujetos, est¨¢ constituyendo una futura poblaci¨®n de desadaptados sociales y personales.
Su barrio-vivienda coirresponde mayoritariamente al ¨¢rea suburbial de escasa infraestructura urbana, mal comunicado, con servicios p¨²blicos pobres, promiscuo, di elevado ¨ªndice de deseinipleo y delincuencia.
Desde el punto de vista de sus coeficientes mentales, este grupo alcanza los
Paro juvenil y econom¨ªa sumergida
¨ªndices de la poblaci¨®n media espa?ola. No se han observado mayores porcentajes de subnormalidad o torpeza mental. Su nivel culto-educacional suele ser muy bajo (frecuentes fracasos escolares, abandono precoz de estudios, EGB como l¨ªmite m¨¢s representativo, conocimientos culturales m¨ªnimos).Las conclusiones b¨¢sicas obtenidas son las siguientes:
- Una gran mayor¨ªa de los sujetos muestra conducta inmadura social, familiar y emocional, utilizando sus dificultades de trabajo como una excusa para ciertas reacciones de infantilismo no correspon dientes a su edad. La mayor frecuencia corresponde a los varones.
- El sentimiento de excusa ajena forma parte de sus mecanismos compensatorios justificativos. Excusa que se transforma en inculpaci¨®n ajena (hacia la familia, pol¨ªticos, patronos, estructura social, etc¨¦tera),de la cual pueden surgir sentimientos vindicativos (con frecuencia anunciados en sue?os de venganza y violencia) originadores de posteriores conductas agresivas o delictivas.
- Detenci¨®n de los procesos de maduraci¨®n social y autodesarrollo, seg¨²n la escala de Maslow, de tal forma que los niveles de la autoseguridad y renovaci¨®n no se consiguen. Ello les hace m¨¢s vulnerables para la imitaci¨®n y el gregarismo (las imitaciones de papeles estereotipados de cantantes, personajes imaginarios o delincuentes famosos son frecuentes). Lo cual, por otra parte, les lleva a incorporarse a pandillas y grupos violentos.
- La inseguridad, abulia, p¨¦rdida de intereses, desmotivaci¨®n para el estudio o la formaci¨®n profesional, pasividad, dependencia y sentimientos de castraci¨®n -m¨¢s frecuentes en los varones- les conduce a situaciones de profunda inhibici¨®n, las cuales son incitadoras para el uso de estimulantes o drogas (el alcohol es uno de los apoyos principales seudoliberadores), potenciado por las tendencias imitativas.
- Como consecuencia de las alteraciones en el mundo de intereses sociales, se desarrolla una creciente tendencia desmovilizadora por los asuntos p¨²blicos, as¨ª como p¨¦rdida de respeto por los papeles y normas de autoridad, solidaridad y acci¨®n pol¨ªtica, que pueden llevar a cierta rigidez ¨¦tica cuando se refiere a la propiedad ajena.
- Los mecanismos psicodin¨¢micos de gran parte de esta poblaci¨®n (tanto m¨¢s marcada cuanto menor sea el apoyo socioafectivo familiar) se mueven dentro de las respuestas siguientes:
Mecanismos represivos, que determiinan una exclusi¨®n, no voluntaria, ideativa del campo de la conciencia y aparici¨®n de recuerdos-impulsos productores de ansiedad-verg¨¹enza-miedo-humillaci¨®n que no solamente surgen durante los sue?os en forma de impetuosa ansiedad-terror, sino que en la vigilia pueden inducir a actos suicidas (a veces, suicidios en pareja).
Mecanismos compensadores, en los que se producen intentos o actos para lograr alguna superioridad, acompa?ados de fabulaci¨®n, mitoman¨ªa, enga?os, etc¨¦tera.
Mecanismos de proyecci¨®n, por los que se culpa a otros de su situaci¨®n, especialmente a la. familia, provoc¨¢ndose reacciones vindicativas y de riesgo agresivo (incendios, o destrucciones de propiedades, aparte de violencias f¨ªsicas a personas).
Mecanismos identificadores. Son reacciones compensadoras, m¨¢s frecuentes cuanto m¨¢s joven es el sujeto, que se manifiestan por imitaci¨®n, adscripci¨®n o pertenencia. Ello empuja hacia tendencias agrupacionales en pandillas, a la agrupaci¨®n comunal, huir del domicilio, emparejarse, drogarse y, con frecuencia, en mujeres, a la prostituci¨®n.
ESTUDIOS COMPARATIVOS
Los estudios comparativos de opini¨®n entre la poblaci¨®n juvenil media espa?ola y la pertenencia al grupo cr¨ªtico han puesto de relieve claras desviaciones estad¨ªsticas. El grupo cr¨ªtico presenta, una mayor pertenencia a la drogadicci¨®n, irreligiosidad, antimilitarismo, negaci¨®n de la Cruz Roja, actitud predelictiva y juego sexual.
El denominado en este trabajo grupo cr¨ªtico constituye una clara muestra de cierta poblaci¨®n juvenil espa?ola marginada de los beneficios de la sociedad opulenta, depravada de entorno convivencial, econ¨®mico y cultural, sometida a la acci¨®n negativizadora del suburbio urbano, con escasas o nulas posibilidades formativas y educativas para integrarse en los mecanismos de la nueva sociedad industrial (metaindustrial), componentes de una poblaci¨®n familiar empobrecida, aislados de los mecanismos compensadores de la acci¨®n social (sus peticiones de ayudas para estudios, becas, financiaci¨®n cooperativa y similares no son obtenidas en un 97,3% de los casos), sometidos al est¨ªmulo permanente del consumismo juvenil y cuya ¨²nica posibilidad ofrecida de liberaci¨®n laboral consiste en el acatamiento del juego castrador de la llamada econom¨ªa sumergida
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