La alternancia en Israel
El grave atentado cometido el mi¨¦rcoles 15 de octubre en Jerusal¨¦n ha llevado a la raz¨®n a los dirigentes pol¨ªficos israel¨ªes, al destacar el car¨¢cter irrisorio de sus regateos en la formaci¨®n del nuevo Gobierno. Al final de una semana de negociaciones, el primer ministro saliente, el laborista Sim¨®n Peres, ha aceptado finalmente el equipo ministerial escogido por su sucesor, Isaac Shamir ( ... ). As¨ª pues, la alternancia tendr¨¢ lugar. ElParlamento debe investir el lunes a este segundo Gobierno de coalici¨®n salido de las elecciones de 1984, en las cuales no obtuvieron la mayor¨ªa ninguno de los dos grandes partidos.La vuelta de Shamir al poder no es, sin duda, la mejor prueba de un nuevo impulso del proceso de paz en la regi¨®n. A diferencia de Peres, hombre dialogante, el nuevo primer ministro se ha distinguido siempre por su intransigencia en esta materia. A sus ojos, el mantenimiento de la soberan¨ªa jud¨ªa sobre el Gran Israel -el de las fronteras b¨ªblicas- es signo de un dogma intocable, tanto necesidad estrat¨¦gica como imperativo moral. Ni ayer ni hoy, el jefe de la derecha apunta, a cambio de la paz, la menor concesi¨®n territorial en Cisjordania y Gaza.
Pero el dirigente del Likud no puede ignorar totalmente la herencia de Peres. Este ¨²ltimo, que va a sustituir a Shamir en el puesto de ministro de Asuntos Exteriores, tiene la intenci¨®n de continuar las iniciativas lanzadas bajo su reinado con la bendici¨®n de Washington. ( ... ) El nuevo Gobierno de Uni¨®n Nacional es una coalici¨®n bipolar regentada por una estricta par?-dad que permitir¨¢ al primer ministro" si no imponer sus puntos de vista, s¨ª, al menos, paralizar a su compa?ero y adversario laborista.
( ... ) Otra baza de Shamir: el endurecimiento en los dos campos, como testimonian tanto recientes sondeos de opini¨®n como el atentado del Muro de las Lamentaciones. Cada vez son m¨¢s numerosos los israel¨ªes que excluyen todo di¨¢logo con la OLP, sean cuales sean sus posibles concesiones, y reh¨²san un compromiso territorial, hasta el punto de estar a favor de un ¨¦xodo de las poblaciones¨¢rabes. Enfrente, los palestinos del interior justifican ma.sivamente el recurso al terrorismo y se aferran al viejo sue?o ole un "Estado laico y dernocr¨¢tico" en lugar de Israel.
S¨®lo una nueva din¨¢mica de paz podr¨ªa contradecir esta doble evoluci¨®n de estados de ¨¢nimo. Pero no se ve bien por qu¨¦ y c¨®mo Shamir tendr¨ªa ¨¦xito, suponiendo que lo desee, all¨ª donde su predecesor laborista ha fracasado. A la hora de la alternancia, la esperanza de una negociaci¨®n seria sigue siendo muy endeble.
18 de octubre
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.