Confusi¨®n despu¨¦s de Reikiavik
En la primera fase inmediatamente posterior a las revelaciones surgidas tras la cumbre de Reikiavik se registraron reacciones de profunda decepci¨®n. En la segunda se produjo la renovaci¨®n de un sentimiento de esperanza. Durante la tercera fase, en la que todav¨ªa hoy estamos inmersos, parece ser que se est¨¢ en trance de descubrir lo que realmente se propuso y se aprob¨®, y de determinar si es conveniente al inter¨¦s de Am¨¦rica. No resulta f¨¢cil, dado el cansancio que pes¨® sobre la atenci¨®n prestada a Reikiavik y la complejidad y la controversia que caracterizan a este tipo de asuntos. Adem¨¢s se han emitido en informes oficiales imprecisiones problem¨¢ticas acerca de c¨®mo fueron tratados los temas planteados en Reikiavik y en qu¨¦ punto quedaron. (...)Ni siquiera ha quedado claro en qu¨¦ cuestiones lleg¨® a un acuerdo Estados Unidos: el presidente Reagan inclin¨® afirmativamente la cabeza cuando fue interrogado por el senador Sam Nunn sobre si se hab¨ªa llegado a un compromiso acerca de la eliminaci¨®n de todas las armas ofensivas estrat¨¦gicas nucleares para 1996. Sin embargo, el jefe del Gabinete declar¨® minutos m¨¢s tarde: "Nunca tuvimos la oportunidad de finalizar la conversaci¨®n porque el tema (las armas a eliminar en los pr¨®ximos a?os) fue retirado de la mesa al final de las conversaciones. No se pudo finalizar el tema". (...)
Presumiblemente, mediante una cuidadosa reconstrucci¨®n de los hechos, se podr¨¢ distinguir entre la confusi¨®n y el desconcierto lo que realmente propuso Estados Unidos y a lo que se comprometi¨®. Esto no evitar¨¢ que permanezca una serie de interrogantes, incluidas las planteadas por el senador Nunn. (...)
21 de octubre
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