'Los tres reinos'

Hace 1.800 a?os, cuando la poderosa dinast¨ªa Han llegaba a su fin, China fue dividida en tres reinos. Su rivalidad qued¨® reflejada en un cl¨¢sico de la literatura china del siglo XIV. Los tres reinos es la historia de las lealtades y traiciones, de las alianzas cambiantes y la astuta diplomacia de los tres reinos que compet¨ªan por el control de China. ( ... ) Esta obra es considerada como libro de cabecera por los actuales dirigentes. Estados Unidos, la Uni¨®n Sovi¨¦tica y China, se dice, son los tres reinos del mundo contempor¨¢neo. ( ... )Los norteamericanos, que se inquietan porque los chinos pueden estar acerc¨¢ndose otra vez a los rusos, confunden. un apret¨®n de manos con un abrazo. Es cierto que recientemente una procesi¨®n de ministros sovi¨¦ticos ha desfilado por Pek¨ªn. Cierto es que en un discurso pronunciado en Vladivostok este verano Gorbachov sugiri¨® que era el momento de que China y la Uni¨®n Sovi¨¦tica arreglaran sus diferencias. Pero el discurso de VIadivostok era fundamentalmente una se?al de algo que no puede dejar de alarmar a los chinos: los sovi¨¦ticos est¨¢n proyectando su poder¨ªo militar hacia. Asia y el Pac¨ªfico. Por ahora los chinos no pueden hacer gran cosa al respecto. Algo que s¨ª han hecho, sin embargo, es insistir en que el respaldo de Mosc¨² a los vietnamitas en Camboya es el principal obst¨¢culo para la mejora de las relaciones chino sovi¨¦ticas ( ... )

Por si fuera poco, los chinos parecen estar inmersos en un dr¨¢stico reordenamiento de su econom¨ªa, cuya consigna es rechazar el modelo sovi¨¦tico. ( ... ) Mientras tanto, la apertura de China a Occidente, sobre todo a Estados Unidos, va a un ritmo r¨¢pido. Los norteamericanos, que tienen una frecuente disposici¨®n a las rupturas y enfados desconcertantes, no deber¨ªan tener muchas esperanzas. Desde que los jesuitas llegaron en el siglo XVI, China se las ha arreglado para absorber lo que le ofrec¨ªa Occidente sin transformarse demasiado en el proceso.

( ... ) Las esperanzas de modernizaci¨®n son tan obsesivas y tantos los problemas de revisar la econom¨ªa, que no parece que a China le preocupe mucho el cauteloso minueto de las dos superpotencias en Reikiavik. Los altos funcionarios chinos plantean las objeciones habituales a la posibilidad de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica desplace los misiles de alcance medio a su frontera asi¨¢tica si llega a un acuerdo para reducirlos en Europa. Pero uno tiene la impresi¨®n de que China est¨¢ convencida de que es casi imposible que norteamericanos y rusos se embarquen en un acuerdo amenazador( ... ) Por ahora los norteamericanos pueden contemplar las sutilezas chino-sovi¨¦ticas con igual despreocupaci¨®n.

, 26 de Octubre