Pannela y Craxi, en el congreso radical
MARCO PANNELLA ha logrado, con su propuesta de "hacer que cese la actividad del Partido Radical", colocar al congreso de ese partido en el centro de la vida pol¨ªtica italiana durante la ¨²ltima semana. A ello han contribuido sus dotes excepcionales para utilizar con audacia todos los recursos de la pol¨ªtica-espect¨¢culo. Pero, sin embargo, existen causas m¨¢s profundas de ese inter¨¦s suscitado por las actuales peripecias del peque?o Partido Radical.Italia se halla en una situaci¨®n pol¨ªtica compleja, marcada por la perspectiva de la dimisi¨®n del socialista Bettino Craxi de la presidencia del Gobierno en la pr¨®xima primavera para dar paso a un democristiano seg¨²n el acuerdo a que llegaron los dos partidos. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ a partir de ese momento en el espacio pol¨ªtico de la izquierda,no comunista? Si el Partido Radical desapareciese, ?q ui¨¦n heredar¨ªa su electorado? Estos interrogantes se-encuentran en el trasfondo de las discusiones.que se desarrollan en torno al congreso.. El hecho m¨¢s llamativo ha sido que Bettino Craxi, a punto de partir en viaje oficial a China, encontr¨® tiempo para escuchar los 70 folios del informe del joven secretario radical, Giovanni Negri, y para dirigirse a los congresistas, en medio de grandes aplausos, para insistir en que la permanencia del partido de Pannella era necesaria para la democracia. Con ello, Craxi no hac¨ªa un simple gesto, generoso e inocente, de solidaridad democr¨¢tica. El proyecto craxiano es el de preparar, una vez. que tenga que abandonar el poder, un agrupamiento de fuerzas socialistas, laicas y progresistas que desborde las -actuales fronteras del Partido Socialista Italiano y que pueda dar nacimiento a un nuevo polo de atracci¨®n en la pol¨ªtica de aquel pa¨ªs. Para ampliar los l¨ªmites de ese proyecto es esencial una serie de valores que han caracterizado la trayectoria del Partido Radical y que se hallan en la base del carisma del propio Marco Pannella.
Desde su aparici¨®n en los a?os cincuenta, el Partido R * adical italiano ha sidoun fen¨®meno muy especial, sin relaci¨®n alguna con los partidos radicales ttadicionales, que fueron, en los a?os treinta, piezas fundament¨¢les, por ejemplo, de la III Rep¨²blica France
sa y de la II Rep¨²blica Espa?ola. El Partido Radical de Marco Pannella, por el contrario, se cre¨® para hacer llegar a la discusi¨®n de la arena pol¨ªtica problemas nuevos que no encontraban cauce en un sistema dominado, desde el poder, por la Democracia Cristiana, y desde la oposici¨®n, por el partido comunista. Rompiendo c¨¢nones del juego pol¨ªtico tradicional, el -radicalismo italiano ha sabido reflejar en cuestiones cruciales las sensibilidades de amplias capas populares, ymuy en especial las de la juventud. Su papel fue decisivo en los referendos sobre el divorcio y el aborto, se enfrent¨® con firmeza a las leyes antiterroristas, defendi¨® a los objetores de conciencia y denunci¨® las aberraciones de, un sistema judicial anquilosado; desde hace varios a?os, por otra parte, ha centrado su actividad en la lucha contra el hambre en el mundo, y
ahora se halla en vanguardia en la campa?a por el cierre de las centrales nucleares. Los radicales han evitado, probablemente, que amplios sectores de la juventud se decant¨¢ran por el comunismo a falta de otra alternativa, y este papel se ha reafirmado en el recien te congreso, con ataques particularmente duros con tra el partido de Alessandro Natta, circunstancia ¨¦sta que l¨®gicamente juega Un papel importante en el dise?o de estrategia futura del l¨ªder socialista italiano.
El congreso radical ha concluido con el triunfo de Pannella sobre los continuistas, que al principio se presentaban como mayoritarios. Se han aprobado resoluciones un tanto confusas, seg¨²n las cuales el partido .cesar¨¢ en su actividad" si no logra 10.000 afiliados a finales de 1986 y otros 5.000 nuevos hasta finales de enero de 1987. En caso de desaparici¨®n pr¨¢ctica del partido,. un comit¨¦ mantendr¨¢ los s¨ªmbolos del mismo y ser¨¢ una especie de gerente del proceso que se desarrolle a conrinuaci¨®n. A pesar de que Pannella es un hombre de decisiones imprevisibles, parece que su intenci¨®n es la de crear, al margen de unas estructuras partidarias desgastadas, una nueva fuerza pol¨ªtica de tipo socialista, radical, libertaria, capaz de atraer a sectores que hoy se muestran descontentos del sistema de partidos. Proyecto coincidente y rival del de Craxi. Ello ha permitido ese acercamiento de los radicales al ¨¢rea socialista que se ha manifestado en el congreso. Pero ello no obsta para que la probabilidad de conflictos en el futuro sea grande, habida cuenta de las personalidades de Craxi y de Pannella, en las que los rasgos semejantes contribuyen a hacerlas dif¨ªcilmente compatibles.
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