Discrepancias sobre la continuidad de Fraga
Los bancos y las grandes empresas siguen creyendo que la operaci¨®n reformista es v¨¢lida y que el error estuvo en calcular mal el rechazo o la desconfianza que provocaba en el resto de Espa?a la condici¨®n de catal¨¢n de Miguel Roca y en la precipitaci¨®n con que se puso en marcha el Partido Reformista Democr¨¢tico (PRD). Pero para 1990 hay que ir a una operaci¨®n similar. "Hay un mont¨®n de votos del PSOE que son de derechas y que jam¨¢s votar¨¢n a Fraga, como tampoco jam¨¢s los nacionalistas catalanes y vascos secundar¨¢n ninguna alternativa capitaneada por Fraga. Hay que esperar que acabe de estallar CP y AP para que surja alg¨²n l¨ªder joven -en torno a los 30 a?os hoy- que sea capaz de pilotar con ¨¦xito una operaci¨®n similar a la ensayada con Roca en los a?os noventa".En la CEOE, sin embargo, creen que "los ensayos deben realizarse con gaseosa", y esperan a que Fraga y AP acaben el actual proceso de depuraci¨®n. "Fraga puede no ganar, pero no podemos repetir la experiencia de UCD. Esos de la derecha moderna ayudaron a descabezar a Su¨¢rez, sin darse cuenta que UCD sin el duque se iba a deshacer como un azucarillo. No podemos volver a empezar de cero. En AP hay ladrillos y ventanas que debemos utilizar en la construcci¨®n de una nueva opci¨®n de derechas, se llame AP o se llame como se llame. Fraga renunciar¨¢ voluntariamente a presentarse como candidato a la presidencia cuando transcurra un cierto tiempo, y una persona de la talla de Abel Matutes puede ser la persona ideal para organizar el partido, para hacer de Alfonso Guerra de la derecha".
Abel Matutes
La banca y el gran empresariado, que no regatean elogios a la val¨ªa de Abel Matutes, no lo ven capacidad de arrastre popular para sustituir a Manuel Fraga. "Se equivocar¨ªa y ser¨ªa una pena, porque es un hombre valios¨ªsimo. S¨®lo servir¨ªa como una soluci¨®n de transici¨®n hasta la configuraci¨®n de una nueva derecha".
El problema no es sustituir o no a Fraga, precisan en este punto fuentes de la CEOE, "sino la propia existencia o no de una derecha en Espa?a. Muchos palos aislados no constituyen una valla. Hay empresarios, intelectuales y pol¨ªticos de derecha, pero no se ha vertebrado una cultura de derechas, un modelo de sociedad compartido por todos (econom¨ªa, sanidad, educaci¨®n, justicia, etc¨¦tera), independientemente de que haya pluralismo de opciones o una sola opci¨®n pol¨ªtica. Y para eso hay que trabajar sin prisas y no fiarlo todo a un nombre que se saca de la manga en el ¨²ltimo momento un banquero en una tertulia del club de golf".
Alg¨²n banquero cree, por el contrario, que cuanto m¨¢s tiempo dure el tinglado de Fraga m¨¢s tardar¨¢ en surgir una opci¨®n de derechas seria y con posibilidades. Temen que Felipe Gonz¨¢lez, que no es tonto, coincida con la CEOE en la conveniencia de apoyar a Fraga. Ni unos ni otros conf¨ªan en las posibilidades de ?scar Alzaga o de Jos¨¦ Antonio Segurado, aunque a la hora de volver a conceder cr¨¦ditos -apunta un banquero- "no volveremos a cometer el error que tuvimos con Su¨¢rez". "Es preferible y m¨¢s barato tener un impagado m¨¢s que la mala imagen de la banca que produjo la campa?a del duque. Lo que nos importan son los clientes".
En este contexto explican algunos la reclamaci¨®n de las deudas electorales a Fraga ("que es el ¨²nico que no paga", seg¨²n los banqueros), sin precisar c¨®mo est¨¢ pagando el PRD sus deudas respectivas. Para dar una imagen de neutralidad, la banca intent¨® ejecutar los presupuestos de todos los grupos parlamentarios, incluido el PSOE, lo que provoc¨® la r¨¢pida respuesta del Parlamento con la tramitaci¨®n de la nueva ley de Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos. Desde la banca aseguran que dicha ley va a ser positiva, no porque vayan a ahorrarse dinero, "sino porque la actual imagen de que los pol¨ªticos y media docena de banqueros se ponen de acuerdo para financiar las elecciones es muy negativa para el ciudadano".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.