Sevillanas
La movida de la derecha es por sevillanas. Buscando que te busca una contestaci¨®n a la izquierda rockera y ¨¢crata, nuestros inmanentistas han encontrado las sevillanas. Madrid baila sevillanas todas las noches, en sus mejores clubs y discotecas. Las damas van por la ma?ana a una academia de flamenco y por la noche esbeltizan sus sevillanas celul¨ªticas ante la jet. En cuanto a la derecha pensante, que tambi¨¦n la hay, ha repescado a Maeztu por sevillanas. El recurso a las sevillanas y a Maeztu. es lo que mejor explica lo que nuestro conservatismo tiene de insondable, volviendo siempre a lo de siempre. El camino, Diana, El Roc¨ªo, La Maestranza, son sitios nocturnos donde la derecha se ha hecho fuerte, con Maeztu de abrecoches. Don Ramiro de Maeztu. Desde que don Ramiro descubri¨® "el sentido reverencial del dinero", est¨¢ de abrecoches de la Espa?a/Espa?a, tan ricamente. La derecha, en su corporalizaci¨®n m¨¢xima, AP, piensa en un Congreso extraordinario como puesta en limpio de sus males. A Fraga parece que no le bastan las sevillanas. En nuestro eviterno guerracivilismo, los estetas de la izquierda ven Principiantes, que es la ¨¦pica musical y cinematogr¨¢fica de los teddy/bois y la primera movida, all¨¢ en los 50, y la Federaci¨®n Progresista de Tamames se declara republicana. Iglesias y Curiel siguen moviendo banderas y portando telas contra la OTAN. Pero la OTAN no ceja y nuestros f¨¢cticos est¨¢n con ella. En Espa?a se entra por sevillanas, como Hemingway, se sigue por los toros y se acaba en los toreros. Siempre se hab¨ªa dicho, en medios taurino/literarios, que a Hemingway le interesaban m¨¢s los toreros que los toros. Ahora se publica la primera novela "homosexual" de Hemingway, escrita en los felices 40. Tanto machismo, en Hemingway como en los nazis, acaba como acaba. Ya Silverio Lanza y Ruiz Contreras, antes del 98, le reprochaban a Baroja que en sus novelas no hubiese mujeres, pasi¨®n por la mujer. Claro que lo del yanqui es otra cosa. Le gan¨® una Espa?a de sevillanas y limpiabotas de la plaza de Santa Ana, donde los mendigos recitan a Calder¨®n de la Barca. Por si no bastase con las sevillanas, Fraga y Pujol intentan ampliar sus acuerdos pol¨ªticos. Lo cual que el PSOE tiene una izquierda a su izquierda que es azote de gubernamentales, en tanto que la oposici¨®n no pase de las sevillanas. Espa?a tiene ahora 84.000 funcionarios m¨¢s que en 1982. Es lo que se llama crear puestos de trabajo. Estuve en la conferencia del alcalde Barranco, en el XXI. Lo presentaba Sampedro, que present¨® en realidad a Tierno Galv¨¢n. Barranco nos dio una lecci¨®n bachiller y t¨®pica de lo que ha sido Madrid en la Historia, con versos de Lope mal dichos, para rematar con el hallazgo de "estrechar lazos". Mejor quedarse en las sevillanas f¨¢ciles que frustrarse con el Lope dif¨ªcil. Ya el se?or Cayo, de Delibes, hac¨ªa la co?a y el escepticismo de una izquierda que le parec¨ªa improvisada y acomodaticia. Ahora lo repite en el cine, pero eso la oposici¨®n no lo corrige por sevillanas, aunque hay que reconocer que las sevillanas dan ambiente. Y, reforzando las sevillanas, llega don Jaime de Mora, coge, va, agarra y dice: "Ahora los gobiernos son m¨¢s jet que la jet / set de Marbella". Y Lina Ortas, la rubia gog¨®, se arroja asimismo en el mogoll¨®n y quiere salir presidenta de la Comunidad de Madrid por los cristianos. Matutes se solidariza con Fraga y Justo Fern¨¢ndez se desolidariza del PSOE. Camacho sigue viendo franquismo por todas partes. Por ejemplo, en que Felipe y Cuevas coincidan en "flexibilizar" la econom¨ªa. Gunilla von Bismarck es la llorandera de don Jaime: "He llorado mucho y tengo grandes problemas". Pero lo que m¨¢s inquieta en Moncloa es la ofensiva de las sevillanas.
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