La Copa Pr¨ªncipe de Asturias sufre un descalabro

Hay torneos espurios y la Copa Pr¨ªncipe de Asturias es uno de ellos, hasta el punto de que ha degenerado en una jornada que da lugar a una sospecha bien entendida. Las eliminaciones del Real Madrid, Barcelona y hasta la del Cajabilbao son hasta comprensibles y de los semifinalistas del torneo (Joventut TDK Manresa, Oximesa y Leche R¨ªo) solo cabe decir que sobra el Joventut.Un torneo metido con calzador, sin otro objetivo que el de aprovechar huecos libres en el calendario, ha dado lugar al penoso espect¨¢culo de ayer en varias canchas. Las eliminaciones de Madrid y Barcelona son fruto de una casualidad, pero tambi¨¦n de cierta un¨¢nime falta de motivaci¨®n en los jugadores. Y aunque al Real Madrid le quede el recurso de justificar que su ejecutor ha sido el Joventut, poco podr¨¢ esgrimir en su defensa si se observa el v¨ªdeo de su partido de ayer. El Joventut jug¨® muy mal y gan¨® sobradamente, as¨ª que el Madrid poco menos que no jug¨®. El p¨²blico casi llen¨® el pabell¨®n, confiado en que un Madrid-Joventut, aunque sea sin nada interesante de por medio, siempre puede ser un buen espect¨¢culo. Pero sali¨® defraudado y decidi¨® ir desfilando hacia la calle un par de minutos antes de que el partido concluyera. Perd¨ªa el Madrid abrumadoramente, pero hab¨ªa quedado bien claro que carec¨ªa de capacidad de reacci¨®n. O es que no le interesaba demasiado.

Casi una hora antes, se pod¨ªa advertir que s¨®lo Biriukov y Romay estaban por hacer las cosas bien; en el caso de Romay porque se encuentra tan motivado con jugar casi 40 minutos por partido que no est¨¢ dispuesto a desaprovechar ninguna oportunidad. Romay est¨¢ realizando la mejor temporada de su carrera y ¨¦se es un regalo que le ha venido al Madrid y cuyas consecuencias podr¨¢n medirse mejor en mayo.

El Joventut se puso en ventaja muy r¨¢pidamente y la mantuvo hasta el final, salvo un par de minutos en los que los colegiados decidieron deslucir a¨²n m¨¢s el encuentro; pitaron dos t¨¦cnicas consecutivas al Joventut que permitieron al Madrid su ¨²nico empate (37-37) y el p¨²blico reaccion¨® de forma ecu¨¢nime, gritando "?tongo!, ?tongo!" y silbando a los ¨¢rbitros. Desde ese momento no se vio sino un desorden general que alcanz¨® proporciones escandalosas en varias fases de la segunda mitad.