S¨®lo para ciegos
Despu¨¦s de llevar al cine con cierta elegancia La Traviata y de montar varias ¨®peras, Franco Zeffirelli ante los oios de hortera nuevo rico del t¨¢ndem Golan-Globus, aparece como el sumum del buen gusto y de la alta cultura europea, algo muy codiciado por unos productores que necesitan ganar prestigio. Lo cierto es que Zeffirelli nunca ha sido m¨¢s que uno de los muchos ayudantes que tuvo Visconti. Su obra se limita al minucioso miniaturismo de quien copia de buenos modelos y sabe disponer una seda de manera que caiga bien y las arrugas de la tela den un cierto dramatismo a la composici¨®n.Es, qu¨¦ duda cabe, un m¨¦rito; pero con eso no se hacen buenas pel¨ªculas, ni tan s¨®lo cuando la flauta suena y, como en el caso de Romeo y Julieta, tod¨¢ esa cultura enciclop¨¦dica suple el talento con eficacia. En Otelo, no se sabe por qu¨¦ raz¨®n, Zeffirelli se ha olvidado de la modestia como cineasta que exhibi¨® en La Traviata, donde se limit¨® a hacer de decorador, y ha querido ejercer como director. Armado de un temible zoom y pertrechado en un presupuesto considerable, ha logrado el primer filme-¨®pera para ciegos. Planificando de manera espantosa, con unos criterios de iluminaci¨®n que pod¨ªan estar bien para una representaci¨®n de fin de curso, Zeffirelli consigue que el espectador cierre los ojos para ahorrarse esa c¨¢mara que se agita hacia adelante y hacia atr¨¢s.
Otelo
Director: Franco Zeffirelli. Int¨¦rpretes: Pl¨¢cido Domingo, Katia Ricciarelli, Justino D¨ªaz. Gui¨®n: ¨®pera de Verdi, libreto de Arrigo Boito. Direcci¨®n musical: Lorin Maazel. Fotograf¨ªa: Ennio Guarnieri. Decorados: Gianni Quaranta. Estadounidense, 1986. Estreno en Madrid en el cine Carlos III.
Claudio Abbado, en una entrevista reciente, hablaba de adaptaciones que eran buenas pel¨ªculas, pero malas ¨®peras. En este caso hay que decir justo lo contrario.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.