La izquierda filipina desaf¨ªa a la presidenta con la huelga general tras el asesinato de su l¨ªder
La presidenta de Filipinas, Coraz¨®n Aquino, afronta, cuando parec¨ªan desvanecerse los rumores de golpe de Estado, el reto de los sindicatos de izquierda, que han anunciado una huelga general para la pr¨®xima semana en protesta por el asesinato de su dirigente Rolando Olalia. Cory Aquino ha pedido serenidad a la poblaci¨®n y ha anunciado la creaci¨®n de una comisi¨®n especial investigadora para esclarecer la muerte de Olalia, cuyo cad¨¢ver, mutilado, fue encontrado el pasado jueves.
El asesinato de Olalia, que algunos comparan ayer en Manila con la muerte en 1982 del l¨ªder opositor Benigno Aquino, esposo de la actual presidenta, provoc¨® inmediatamente la suspensi¨®n indefinida de la reuni¨®n prevista ayer entre las comisiones negociadoras del Gobierno y la guerilla comunista, seg¨²n anunci¨® el ministro de Agricultura y uno de los tres representantes gubernamentales en estas conversaciones, Ram¨®n Mitra.El ministro dijo que el Frente Democr¨¢tico Nacional, brazo pol¨ªtico de la guerrilla del Nuevo Ej¨¦rcito del Pueblo (NEP), le hab¨ªa hecho llegar una comunicaci¨®n por la que suspend¨ªa indefinidamente las reuniones como respuesta al asesinato de Olalia. El encuentro de ayer deb¨ªa ser el ¨²ltimo y decisivo para la firma de un acuerdo de paz deseado desde hace tiempo por Coraz¨®n Aquino.
Tanto el sindicato Kilusang Mayo Uno como el Partido NG Bayan, izquierdista, ambos presididos por Olalia, han acusado del crimen al Ej¨¦rcito y al ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, y desaf¨ªan a la presidenta a que "demuestre que el pueblo filipino puede encontrar justicia bajo su Gobierno".
Ambas organizaciones piden en un comunicado le¨ªdo ayer en conferencia de prensa que Aquino tome definitivamente medidas contra Ios sectores militares que se han proclamado como un poder separado y han tomado el camino de la violencia contra el pueblo".
El mismo comunicado a?ade que "los autores de este asesinato no se equivocan en una cosa: habr¨¢ protestas y habr¨¢ acciones de masas". Ayer varios miles de personas se manifestaron ante la sede del cuartel general del Ej¨¦rcito y del Ministerio de Defensa para pedir la destituci¨®n de Ponce Enrile, al que intensos rumores se?alaron la pasada semana como el cabecilla en una conspiraci¨®n para derrocar a Aquino y acabar con el sistema democr¨¢tico.
Las dos organizaciones de las que Olalia era presidente han pedido a Aquino que castigue a "los militares que no mantienen la disciplina", porque de lo contrario ¨¦stos "continuar¨¢n cometiendo cr¨ªmenes". Coraz¨®n Aquino manifest¨® el jueves a su regreso de Jap¨®n, donde permaneci¨® cuatro d¨ªas en una triunfante visita oficial, que no tiene previsto "por el momento" ning¨²n cambio en el Gobierno, y a?adi¨® respecto a Ponce Enrile: "No es un enemigo de mi familia".
Cory hizo ayer una declaraci¨®n al t¨¦rmino de una reuni¨®n de su Gabinete en la que prometi¨® poner "todos los recursos y todo el poder" de su Gobierno en la tarea de Ilevar ante la justicia a los asesinos de Olalia". Su primera medida ha sido la creaci¨®n de una comisi¨®n investigadora, presidida por el ministro de Justicia, Neptali Gonzales, e integrada por cinco militares, uno de ellos un general retirado y otro un miembro del servicio de espionaje del Ej¨¦rcito.
Colaboraci¨®n de Ramos
El jefe de las Fuerzas Armadas, general Fidel Ramos, garantiz¨® su colaboraci¨®n con esta comisi¨®n y asegur¨® que los investigadores encontrar¨¢n todo tipo de facilidades para desarrollar su misi¨®n entre los militares.Aquino declar¨® que quiere justicia en este caso, "cualquiera que sea el resultado de la investigaci¨®n", pero opin¨® que no hay que se?alar todav¨ªa a nadie como responsable del crimen. En una respuesta anticipada a los manifestantes, que por la tarde acusaron a Ponce Enrile del asesinato y se refirieron al caso en sus pancartas como el Ninoy 2, la presidenta de Filipinas dijo: "lnmediatamente despu¨¦s del asesinato de Ninoy [su marido], cuando yo todav¨ªa estaba en Boston, se me pregunt¨® de qui¨¦n sospechaba, y contest¨¦ que habr¨ªa que conocer los hechos antes de decir nada. No acus¨¦ a nadie, aunque me lo preguntaron muchas veces". Cory hizo ayer tambi¨¦n un intento de frenar las movilizaciones que se anuncian para la pr¨®xima semana: "En el funeral de Ninoy, cuando se me insisti¨® en que march¨¢semos a palacio, yo me negu¨¦. Primero es la verdad y luego la acci¨®n".
El asesinato de Olalia abre un nuevo frente de desestabilizaci¨®n del Gobierno de Coraz¨®n Aquino, que se enfrenta a la peor crisis de sus 9 meses de mandato. Respaldada hasta ahora por el poder popular que la llev¨® a la presidencia en febrero pasado, Cory ha superado todos los intentos de la extrema derecha incrustada en el Ej¨¦rcito para derrocarla, as¨ª como el desaf¨ªo personal del poderoso ministro de Defensa. Ahora, por primera vez, Aquino tiene que atender al mismo tiempo a los movimientos subterr¨¢neos de los golpistas y a la presi¨®n de la izquierda.
Un destacado dirigente del Partido NG Bayan comentaba ayer que la movilizaci¨®n anunciada "va a demostrar de qu¨¦ lado est¨¢ Aquino". "Nosotros", dijo, "no pretendemos desestabilizar a Aquino si ella demuestra que quiere investigar este asesinato, pero si el pacto a que ha llegado con los militares incluye que se puedan cometer actos de este tipo, entonces no vale la pena estabilizar nada".
No parece probable que los sindicatos y la izquierda se conformen con menos que la cabeza del ministro de Defensa. La disyuntiva para Aquino se presenta, pues, bastante clara: destituir a Ponce Enrile para asegurarse el respaldo popular, pese al peligro de golpe que eso puede generar, o mantenerlo aun a riesgo de desvirtuar el sentido de su Gobierno.
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