Reagan y Thatcher hablar¨¢n hoy en Camp David sobre desarme y terrorismo
La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, se re¨²ne hoy con su viejo amigo, Ronald Reagan, en Camp David, residencia campestre del presidente de EE UU, para pasar revista a unos problemas mundiales en los que los puntos de vista de los dos pol¨ªticos conservadores no son totalmente coincidentes. Por su parte, el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, consciente de la influencia de la se?ora Thatcher cerca del mandatario norteamericano, ha enviado un mensaje personal a la jefa del Gobierno brit¨¢nico la v¨ªspera de su salida para EE UU.
El tema del terrorismo internacional y la tormenta provocada por el env¨ªo de armas norteamericanas a Ir¨¢n es una de las cuestiones conflictivas. La posici¨®n brit¨¢nica fue expresada ayer por el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, en la C¨¢mara de los Comunes, con una contundente declaraci¨®n, en la que, sin nombrar ni a Estados Unidos ni a Ir¨¢n, dijo que el Gobierno "no llegar¨ªa a ning¨²n acuerdo con terroristas para conseguir la libertad de los rehenes"."No es f¨¢cil seguir esta pol¨ªtica (de no llegar a acuerdos). A veces es una pol¨ªtica angustiosa, pero es la que hay que seguir", manifest¨® Howe, mientras el portavoz laborista, Denis Healey, acusaba a Reagan de haber terminado con "la unidad occidental", en torno a este tema.
La dirigente conservadora, cuya oficina anunci¨® el jueves el compromiso matrimonial de su hijo, Mark, con una rica heredera tejana, sali¨® ayer hacia Washington, donde ten¨ªa previsto entrevistarse por la tarde con los secretarios de Estado, George Shultz, y de Defensa, Caspar Weinberger, antes de dirigirse, en la ma?ana de hoy, a Camp David para conversar con Reagan.
La entrevista entre los dos l¨ªderes estaba prevista para noviembre, pero fue aplazada para que no coincidiera con las elecciones para la renovaci¨®n del Congreso.
Thatcher y Reagan utilizaron el retiro de Camp David en diciembre de 1984 para discutir, entre otras cosas, los temas de defensa y desarme, poco despu¨¦s de que el presidente norteamericano anunciase su Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) o guerra de las galaxias. En aquella reuni¨®n, los dos l¨ªderes aprobaron un plan de cuatro puntos, en el que se pon¨ªa de manifiesto que el objetivo de Occidente era mantener el equilibrio militar con la URSS y no la superioridad, y que el posible despliegue de la SDI ser¨ªa siempre objeto de negociaci¨®n con la URSS, a la vista del tratado ABM, sobre defensas antimisiles.
En esta ocasi¨®n, y seg¨²n fuentes brit¨¢nicas, la primera ministra aprovechar¨¢ la reuni¨®n para trasladar a Reagan sus aprensiones y las de otros l¨ªderes europeos sobre un posible acuerdo de desarme a costa de la seguridad del viejo continente.
Posici¨®n clara
La posici¨®n de Thatcher y su desacuerdo con lo que las dos superpotencias estuvieron a punto de firmar en la capital islandesa, a no ser por el escollo de la guerra de las galaxias, qued¨® claro el pasado lunes en la tradicional cena ofrecida anualmente por el nuevo lord mayor (alcalde) de la City. "No podemos olvidar", dijo Thatcher, "que la frontera de la libertad se extiende a lo largo del nuevo continente y convierte a Europa occidental en vulnerable a un ataque con armas convencionales y qu¨ªmicas, algo que no ocurre con Estados Unidos... Las armas nucleares han impedido durante 40 a?os una guerra, sea nuclear o convencional".Otro tema pol¨¦mico ser¨¢ la decisi¨®n brit¨¢nica de establecer, a partir de febrero, una zona de exclusi¨®n pesquera de 150 millas en torno a las Malvinas.
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