Buenos por breves

Se agotaron las entradas para asistir a la segunda jornada de la celebraci¨®n del quinto aniversario del sello discogr¨¢fico Dro. Los tres grupos fueron muy breves, y apenas hubo tiempo para que los ¨¢nimos se calentaran, como suele suceder en cualquier recital rockero.En esta muestra seleccionada de la plantilla de artistas de esta compa?¨ªa tan inquieta destac¨® la primera aparici¨®n p¨²blica de La Coartada, un quinteto creado por iniciativa de Jos¨¦ Antonio G¨®mez, miembro del grupo Aviador Dro, que ha satisfecho as¨ª su pasi¨®n por canciones que s¨®lo suenan a rock.

Se ha acompa?ado para ello de Santi Agudo a la voz (ex Ciudad Jard¨ªn), de Guillermo Mart¨ªn a la guitarra y al bajo y de Dan? a la bater¨ªa (ambos de Desperados), y de Charlie (ex Alpliaville) a los teclados, adem¨¢s de la colaboraci¨®n de Javier Moro Encinas al saxo.

Se anunciaron como un grupoensalada, el ¨²ltimo de Dro, y ofrecieron temas fuertes, como Nelly y, sobre todo, Seis disparos, y la balada Agencia de viajes Muerte, un curioso relato de destino fatal cuya melod¨ªa contagiosa logr¨® conmover a los espectadores, que desconoc¨ªan el repertorio de esta banda.

Santi cant¨® Lola, espont¨¢neo y sonriente, con una chuleta delante, que delataba falta de seguridad en su interpretaci¨®n de los textos.

La prisa, la improvisaci¨®n, una prueba sin compromiso pueden ser su coartada.

Felices

Los Nikis, simples, espont¨¢neos, p¨ªcaros y siempre divertidos, repasaron algunas de sus piezas r¨¢pidas -Diez a?os en Sing-Sing o Los ni?os del Brasil-, se acordaron de los Ramones con su cl¨¢sica Ramona y de Miguel Bos¨¦, al recrearse muy a su manera en el ¨¦xito Bandido. Tocan felices y firmes por el apoyo de sus fieles seguidores, que no cesan de saltar al son estruendoso de la instrumentaci¨®n.Y Gabinete Caligari, reforzados por una guitarra m¨¢s y un teclado, adem¨¢s de la presencia del inseparable Ulises al saxo y la arm¨®nica, acabaron el acontecimiento con la serie de sus grandes ¨¦xitos, de los que Cuatro rosas fue el m¨¢s coreado.

Quisieron regalar para la ocasi¨®n festiva un par de temas de Rolling Stones y sin querer descubrieron su flaqueza: cuando se alejan del repertorio propio, de su estilo latino-rockero, carente de armon¨ªas o acordes complicados, tropiezan en el amaneramiento.

Disimularon este defecto en la balada Play with me, play withflre, pero rozaron el rid¨ªculo en su versi¨®n de Under my thumb, con un soniquete verbenero de los teclados que intentaba sustituir el famoso rif de guitarra.

Su entonaci¨®n vocal se apreci¨® muy sosa y sin la fuerza que despu¨¦s supieron descargar en el tema siguiente, Malditos refranes.