Absurdo total

El partido de anoche en Vallecas supone el primer paso en una larga marcha hacia el absurdo. Todo en torno a ¨¦l carece de sentido. Desde la propia composici¨®n del equipo hasta el destino ¨²ltimo de esta selecci¨®n -clasificarse para unos Juegos Ol¨ªmpicos que se disputar¨¢n en oto?o de 1988 y a los que ning¨²n equipo querr¨¢ ceder sus jugadores-, pasando por el escenario en que se disput¨®, el campo del Rayo, que no re¨²ne condiciones para ser escogido por delante de otros.El primer absurdo es la composici¨®n del equipo. El movimiento ol¨ªmpico ha sido incapaz a¨²n de resolver el debate, anacr¨®nico a estas alturas, entre el deporte aficionado y el profe:sional. En busca de una conclliaci¨®n imposible se lleg¨® a la soluci¨®n de que el f¨²tbolol¨ªmpico tuviese como participantes ajugadores, profesionales o no, que no hubieran intervenido en la Copa del Mundo. Es decir, que dej¨® de importar que cobraran o no por jugar al f¨²tbol. Bastaba con que no fueran demasiado buenos ni demasiado c¨¦lebres, m¨¢s que nada por el qu¨¦ dir¨¢n.

Eso permite que la selecci¨®n ol¨ªmpica pueda tener en el banquillo a un portero como Buyo, por el que ha pagado un fuerte traspaso el Real Madrid, o que entre sus titulares est¨¦ un jugador tan talludito como Arteche, que lleva un buen mont¨®n de a?os gan¨¢ndose honradamente la vida con el f¨²tbol.

Espa?a present¨® as¨ª anoche un equipo que nadie puede saber qu¨¦ representa. No representa el mejor f¨²tbol espa?ol, ni el m¨¢s joven, ni el de los que juegan al f¨²tbol sin cobrar. Representaba un absurdo. Y lo peor de todo es que inici¨® la tarea de clasificarse para un torneo, los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l, que se va a disputar entre septiembre y octubre de 1988. Y entonces veremos qui¨¦n va a defender la camiseta espa?ola.

Los grandes clubes que ahora alimentan esta sedicente selecci¨®n ol¨ªmpica estar¨¢n entonces metidos en el pleito de la Liga y en las primeras eliminatorias de las copas europeas, y negar¨¢n sus jugadores para una estancia larga en un pa¨ªs lejano.

Y como ¨²ltimo absurdo, el escenario: el campo de Vallecas. Espa?a tiene muchos campos mejor cuidados e iluminados que el del Rayo. S¨®lo que el presidente del Rayo Vallecano es uno de los incondicionales de Jos¨¦ Luis Roca, presidente de la Federaci¨®n, y ¨¦ste le compensa como puede.