Presunto debate

Veo con alguna tristeza que su peri¨®dico ha redescubierto una buen¨ªsima forma de debatir y rebatir, con este Debate sobre el aborto que a veces surge en sus p¨¢ginas.En efecto, a lo largo de todo este presunto debate he visto c¨®mo los partidarios de la ampliaci¨®n de la Ley de Despenalizaci¨®n del Aborto, armados con l¨ªmpidos argumentos, han atesorado victorias espl¨¦ndidas, fulminando r¨¦plicas, hundiendo toda oposici¨®n al demostrar ya su raquitismo intelectual, ya su perversidad moral. Pero ocurre que no hemos o¨ªdo ninguna de las posiciones diferentes.

El debate no nos ilustra, nos adoctrina; est¨¢ siendo no como la pelea del hidalgo con los gigantes, sino como ese ejercicio que los boxeadores llaman "hacer sombra". El enmudecido rival resulta as¨ª m¨¢s entra?able; es aquel que a todos los d¨¦biles les gusta tener: un rival que saben imag¨ªnario.

Me pregunto si EL PA?S va a publicar alguna tesis que resulte divergente con tan monol¨ªtica visi¨®n, o si prefiere mandar al lector a otro peri¨®dico a que busque ese rival inexistente. De ser as¨ª, ?no ser¨ªa mejor suprimir la palabra debate, y decir: "Un nuevo editorial sobre el aborto"?